Cuando tenía tres años, como cualquier niño normal, tenía un amigo imaginario y este se llamaba Mondragón, según me había dicho él.
Hace más o menos unos dos meses mi hermana se casó, por lo que le heredó su cuarto a mi hermana de en medio y esta el de ella a mí. Mientras pasaba todas mis cosas, descubrí un diario de cuando tenía entre tres y cuatro años, que decía cosas muy extrañas y que yo no recordaba. Al encontrar partes ilegibles y notar que faltaban cosas de la historia, preferí preguntarle a mis papás sobre eso, y luego junté todas las partes.
De pequeña hablaba sola por horas. No salía mucho de mi cuarto y tampoco me gustaba jugar con otras personas. Cuando estábamos en lugares públicos, agarraba la mano de "la nada" y cuando mi mamá me daba la mano, yo le decía frases como: "No te preocupes, mami. Mondragón me protege". Más de una vez me encontraron en mi cuarto riendo o retorciéndome en la cama como si alguien me hiciera cosquillas, aunque en realidad no había nadie allí. Cuando era la hora de dormir, siempre lloraba y cuando me preguntaban porqué, decía que no era mi hora de dormir en opinión de Mondragón. Por más que mis papás dejaran la puerta de mi cuarto con llave, siempre amanecía abierta, con juguetes en mi cama y regados por el suelo, pero era imposible que yo los tomara porque no podía salir de mi cuna por mi cuenta.
Yo vivía en la casa de mis tíos en Estados Unidos para ese entonces y, un día que todos nos juntamos en una fogata para asar malvaviscos y contar anécdotas divertidas, mis papás por curiosidad me preguntaron cómo era Mondragón. Yo lo describí como alguien alto, con pelo negro por todo el cuerpo, con ojos rojos, uñas largas y una voz rasposa y muy grave.
Hoy en día todavía lo recuerdo, con una imagen borrosa, pero sigue en mi memoria. Aún lo veo, a veces solo su silueta, a veces en mis sueños, otras veces dice mi nombre y otras aparece a la par de la profesora, o incluso de mis amigos en clases. Sigo hablando sola, por horas y horas, eso lo sé porque me lo dijeron. La verdad, cuando llega alguien y me habla realmente, olvido lo que estaba haciendo antes de eso. Olvido horas y horas de mi día en el segundo en el que estoy con alguien. Veo a ese "monstruo" que me protege y me sigue desde que tengo memoria, constantemente lo veo durante mi día. Ahora solo me queda preguntarme: ¿Estoy loca? ¿O será que Mondragón sigue conmigo?
ESTÁS LEYENDO
¿Solo ficción?
ParanormalDicen que la realidad supera la ficción, pero... ¿qué sucedería si todo este tiempo nos han hecho creer que la más espeluznante de las realidades está disfrazada de ficción? ¿Seguirías durmiendo tranquilo/a cada noche después de saber que, las histo...