Capitulo 10: Sábado parte 1

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Era sábado y no podía parar de pensar en lo del día anterior, en todo lo que había pasado en aquel simple parque, que se había convertido en uno de los mejores lugares para mí. Allí la vida me había dado una última oportunidad para poder estar con él, con el enano Barti. Que ahora se convertía en mi enano, ahora tenía derecho a tener celos, ¿Tenía derecho o no?
A pesar de que me había dicho que me quería, que me había besado y que me había dado otra oportunidad no éramos nada. No era su novia porque nunca me lo había pedido, pero tampoco era su amiga ¿no? O eso pensaba. No sabría lo que pasaría la próxima vez que lo viera. Todo lo que había pasado ayer era único.

*FlashBack*

-Oh Lissy- Acunó mi cara en sus manos- Si tan solo hubiera sabido todo esto no hubiera insistido, solamente hubiera ido a buscarte para hablar. Y no estuve con ninguna chica en todo este mes, no podía. Solamente pensaba en ti, en tus grandes ojos marrones, pensaba en que los quería solamente pra mí. Te quiero pequeña.- Terminó y sin antes dejarme hablar su boca impactó con la mia en un suave y tierno beso.
Luego de unos cuantos minutos nos separamos ya sin aire. Me miró a los ojos y me sonrío. Verdaderamente ese chico era todo un sueño. Sin embargo seguía siendo un modelito sexy y rompe corazones. Aunque era el modelito mas sexy que había conocido. Y sí que tenía cerebro. No era como yo pensaba. Lo había juzgado sin conocerlo. Bueno, volvamos al tema...
Cuando nos separamos se quedó mirandome fijamente y me sonrío. Ya no importaba el parque, ya no importaba el gran lago que había allí o el frío que hacía ese día. Solo importaba su brillante y gran sonrisa. Sentía que lo amaba realmente. Al cabo de unos minutos nos dirigimos hacía el auto.
Fue hacia la parte trasera del auto y agarró un bolso bastante grande. Cerró las puertas y se volvió a dirigir hacia el parque, solo que esta vez se posó debajo de un árbol. Empezó a revolver en el bolso hasta que encontró lo que buscaba. Cuando lo extendió me di cuenta de que era una manta. La puso abajo del árbol y se sentó en ella. Me indicó que me sentara con él. Ya sentados uno al lado del otro volvió a buscar en el bolso y sacó una caja de pizza. No sé como se mantuvo caliente. Luego sacó una botella de gaseosa y dos vasos. Comí cuatro porciones, estaba deliciosa. Cuando terminamos de comer y guardamos todo sacó otra manta con la que nos cubrimos. Yo me recosté en su pecho y el me rodeó con sus fuertes brazos. Era la primera vez que me sentía segura. Es decir, uno cuando es un bebé o es pequeño y tus padres te levantan en sus brazos, tambien te sientes seguro, pero cuando tienes cierta edad ya no te levantan mas y no tienes donde sentirte seguro, pero cuando finalmente encuentras a la personas que amas y sientes que con esa persona debes estar lo que resta de tu vida te vuelves a sentir seguro. Esa sensacion me invadia en esos momentos, era única y relajante. No se bien en que momento me quedé dormida. Al rededor de las seis de la mañana me desperté, subí la cabeza y lo vi a Barti mirándome. Ya estaba despierto, tan temprano. Aunque no era el único que me observaba. Había algunas personas mayores observandonos. Claro, parecíamos dos ridículos que se acababan de despertar. Aunque eran las seis de la mañana ya había personas. Había adolescentes que salían a correr o ancianos que estaban alimentando a las palomas. Y las personas que quedaban nos estaban mirando. Barti se levantó y me tendió su mano para ayudar a que me levante. Luego de juntar las cosas nos dirigimos al auto. Y me dijo que fuesemos a su casa que en ese momento no había nadie. Acepté de inmediato.
Su casa era enorme. Tenía un montón de cosas y habitaciones muy espaciosas. Él nunca hablaba de su familia y no entendía por que. A penas entrabas te encontrabas con el living, tenía un monton de sillones, del tamaño que quisieras. Había un televisor gigante y algunos cuadros dispersos que colgaban de las paredes. Subimos las escaleras inmediatamente y fuimos a su habitación. Su habitación era mucho mas grande de lo que me imaginba. Era de color azul y tenía una cama de dos plazas. Una de las paredes era ocupada por un gran armario. De otras de las paredes colaga un inmenso LCD. En una esquina colgaba un aire de no mucho mas que un metro. Otra de las paredes tenía una ventana con unas hermosas cortinas color azul, un tono mas claro que el de las paredes. dejamos las cosas que traíamos como el bolso y algunas camperas. Nos acostamos y ahí dormimos un rato más hasta que se hicieron al rededor de las nueve de la mañana. Luego yo me bañé y Barti me prestó ropa de una de sus hermanas. Y aunque me quedaba un poco grande, estaba bastante bien.
Era un jean que me lo tuve que doblar para que quedara a mi medida, una camiseta sin mangas violeta que me quedaba un poquito mas arriba del ombligo. Y en los pies me puse mis simples zapatillas negras. Cuando salí del baño Barti ya estaba cambiado. Estaba hermoso. Tenía una remera roja y usaba unos jeans oscuros. Tenía su pelo alborotado y sus ojos se veían mas brillantes que nunca.
*Fin del FlashBack*

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⏰ Última actualización: Jan 29, 2016 ⏰

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