Acabo de llegar a la escuela, el siempre a sido puntual, el esta antes de que yo llegue.
Me acerco para saludarlo, le grito su nombre y le doy un golpe en el pecho, obviamente no es de mala manera, somos mejores amigos.
El siempre había sido alegre, bien vestido, atractivo y rechazaba a todas las chicas que se le declaraban.
Pero el no era tan alegre en realidad.
Cada noche, por el chat, me contaba sus problemas, los cuales hacían que yo también llorara.
Por lo que veo, en su familia son unos malditos, aunque el me dice que no todos. Yo por ahora solo le puedo decir que se calme, que tenga paciencia.
Detesto verlo llorar, es como un cachorro abandonado, quiero romper en llanto cuando lo veo así.
El dice que a nadie le importa, ¡pero a mi si!.
El problema es que solo me ve como su amiga....
