Por favor, que se prepare la siguiente candidata del concurso, Alire Montllunat...
Antes de subirme a hacer la presentación, para mi buena suerte, encontré un espejo donde por primera vez desde casa pude verme de pies a cabeza. Algunos mechones sueltos que habían decidido salir de su sitio donde yo, con mucha paciencia, había puesto uno por uno y una que otra mota de polvo en el vestido azul marino que tanto odiaba pero por compromiso me puse, se antepusieron en mi camino, así que me sacudí el vestido y deshice el peinado soltando el cabello y coronando mi cabeza con un moño, cutre, pero mono.
Seré breve, mi exposición se basaba en una fotografía tomada en un bosque a media noche con luciérnagas adornando el oscuro y frondoso bosque y una chica abrazando sus rodillas dejando ver su perfil con una mirada melancólica y perdida mirando hacia un lago, de ahí, desarrollar una historia al momento, podía ser preparado o improvisado. Preferí improvisar y me arriesgué.
Al terminar la presentación de final del primer año, el proyecto de concurso, y entre una acalorada horda de aplausos me senté junto a Ariana, mi mejor amiga quien me esperaba con una sonrisa de oreja a oreja dejando ver una dentadura perfecta y deslumbrante, tenía los ojos puestos en mi moño. El auditorio estaba lleno de participantes, muy buenos fotógrafos y buenos artistas, no estaba segura de si ganaría, pero tenía buenas vibraciones, había dado todo de mí y no me sentiría bien si perdiese, bendita competitividad. Ariana se acomodó en su asiento y aclaró su voz, fue entonces cuando volteé mi cara y tuve sus ojos pardos frente los míos me agarró la mano y acercó su cabeza para susurrarme al oído.
- Todo va a estar bien, no te preocupes, eres la chica más brillante e inteligente que conozco, créeme, tu historia es de diez, me ha emocionado a mí que soy una idiota sin sentimientos.
- Si tú lo dices...- Cuestioné llevándome una mano a los ojos.
- ¡Vaya inseguridad! ¿Por qué razón te mentiría? - esbozó un sonrisa de consuelo.
A decir verdad, aunque lo negase, sé que es un trabajo excelente y que tengo posibilidades de ganar, pero es que me gusta picar a Ariana, oír como dice cosas serias o pone interés en subirme la moral la hace ver muy linda y más comprensible de lo que es, algo que agradezco de ella.
Y con la cabeza en blanco era imposible prestar atención a las otras historias, simplemente agarraba la mano de mi "chica" con fuerza, aguantando no empezar a mover las piernas, de los nervios y que quien estaba a mi lado notase un terremoto bajo sus pies.
De repente, en el lapso de tiempo de participante y participante donde dicen el siguiente apareció Mireia, una chica popular en la U, de segundo año de bellas artes. Lucía deslumbrante con su cabello rubio platino, haciendo contraste con sus labios carmesí a juego con su vestido. Con elegancia subió las escaleras dejando una estela del sonido de sus tacones que iban a ritmo de todos los corazones del auditorio.
- «Por su presentación excelentísima y empeño en plasmar sus sentimientos en esta pequeña obra, ganó el corazón del jurado y por supuesto el primer puesto... ¡Alire Montllunat! »
Abrí mi boca como si se tratase del señor bostezo, no tenía palabras, estaba atónita. No podía creer que ganara el concurso, el primer lugar delante de grandes de los relatos de la U y el instituto y no solo eso tenía en mente, si no que lo más emocionante y por lo que concursé con más ganas era el premio, podía ir de visita a las instalaciones de la Universidad de Viam e instalarme ahí por unas cuantas semanas con motivo de una posible beca. Además llegaría a una semana de final de curso y podría disfrutar de la inmensa y bella ciudad de Viam. Sentía que era un sueño, que el destino me daba el visto bueno. Era complicado salir de la rutina, pero ganar el concurso me ayudaba a romperla. Por fin saldría de nuestra ciudad, la primera vez en mucho tiempo que pise suelo desconocido. Casi flotando en una extraña atmósfera de escepticismo subí al escenario no sin antes dar un vistazo a todos.
Al ver la hilera de atrás llegue a divisar a mi ex novio Sergi, aún me gustaba mucho con lo que fue inevitable sonreír, creo que lo notó. De todas formas solo nos dimos un tiempo, nada oficial.
Él no sabia que aún sentía tracción por él puesto que el espacio que nos dimos fue tan grande que nos dejamos de hablar, pero si no era consciente, con esa sonrisa ya le había quedado claro mis sentimientos hacia él.
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La Danza De Las Estrellas
RomanceMe enamoré tontamente y me perdí en el universo de sus ojos. Una noche me bastó para amarlo y... Hasta hoy lo amo aún.