Me agarró una sensación rara en el pecho. Sentía miedo, mucho miedo. Volví a la esquina. Me quedé un rato, a ver si salía de esa casa, o si volvía a ese lugar. Al cabo de un rato, no pasaba nada. Volví a sentir miedo. Pasaba el tiempo y nada. Caminé unos pasos para distraerme y nada ese miedo otra vez, se apoderaba de mí. Me quedé sentado en la vereda.
Ella estaba delante de mí y me decía, quédate tranquilo que estoy bien, no te asustes, no te hablé porque no podía, nadie se puede enterar de que conversé con vos... Dijo eso y se fue. Cada vez más confundido, la empecé a seguir y se alejó cada vez más. La seguí y nada, quería dialogar con ella y nada... Volví a esa esquina...
Cuando me dí cuenta, me encontré sentado en el banco de la plaza, fui otra vez hasta esa casa, y le volví a preguntar y nada... Me iba volviendo loco, y el miedo se apoderaba de mí. Regresé a esa esquina. Me volví a sentar, a esperar, se hacía de noche, pero yo quería verla, tocarla y ver si lo que estaba ocurriendo era real. Me senté en esa esquina. Esperé.
Ella se presentó otra vez delante de mí y esta vez me dijo con un tono más serio: estoy bien, estoy en un lugar donde todos me cuidan, quédate tranquilo. Pero por favor no le cuentes a nadie que te hable. Gracias. Y se fue. Nuevamente la situación se repetía.
Otra vez en ese sitio... No sabía si lo que vivía era un sueño o realidad. Después de un tiempo, volví a sentarme en ese punto a esperar... Si en ESA esquina...
Volvió y me dijo: por última vez HERMANO estoy bien, con los abuelos... Ya está déjame ir. GRACIAS, pero estoy perfecta.
Con esas frases me desperté aquella mañana y confundido... Salté de la cama y fui corriendo a ESA esquina, sí a esa esquina maldita donde vi por ultima vez a mi hermana, donde cada vez que paso, se me vienen a la memoria los más feos recuerdos de esa noche... Y ahí sí que no distingo la realidad de la fantasía. Querría que todo hubiera sido un sueño y que mi hermana estuviera a mi lado, jugando y riendo en esa esquina... La misma, que quedará en mi memoria y la de mi familia. Esa esquina, a la que ya no quiero ir. Esa esquina... Donde ya no quiero pasar... Esa esquina de mis pesadillas... La esquina...