Tan sólo tú. (Two-Shot Rochu)

Extra.

♥ Extra 1/4 ♥

#1 Trata de convencerme

El chino yacía recostado de Iván, con su cabeza apoyada en el hombro del mayor, paseaba su vista por un pequeño libro en sus manos, acurrucado junto a su novio, porque si, era su novio, después de que alguien les pillase en... cierta situación no les quedó más que confirmar de una vez su relación en ese mismo instante.

El silencio era lo único que se escuchaba en el hogar del ruso, pero no un silencio incómodo, nada más les bastaba estar el uno con el otro para sentirse a gusto.

Yao saca la vista de su libro un momento, observa el sitio varios segundos, tal parecía que Iván no era la persona más organizada de todas, libros por aquí y por allá, más otras cosas, tal como, comida, ropa, etc, que yacían tiradas aleatoriamente, pero a Yao no le desagradaba, es más, hacía que el lugar ante sus ojos se viese... tan cálido. Y no es que el supiese mucho de esas cosas, pero lugares así eran los que inspiraban a las personas, ¿no?, al menos eso había escuchado.

Frota su cabeza con el hombro del ruso, con cariño y una pequeña sonrisa boba en sus labios...

Le quería tanto, tanto...

Pero al levantar la vista algo lo desconcierta, el mayor mira hacia el vacío, atontado, sin expresión.

Y es que algo desde hace días ocupaba los pensamientos de Iván.

Yao duda en si preguntar o no, pero la curiosidad le gana.

—Iván...—Pero no hay respuesta, el ruso sigue en su estado de trance— ¡Iván!

Esta vez se separa para mirarlo de frente.

Por su parte el ruso da un respingo hacia atrás, le había tomado por sorpresa, la voz de su pequeño asiático le hacía sacado de sus pensamientos.

— ¿D-da?—su voz sale nerviosa e insegura, Yao le había tomado desprevenido.

Yao lo observa dudoso, con el ceño fruncido.

Estaba preocupado...

— ¿Estás bien aru?

— ¿hmm?, ¿por qué no lo estaría?—Sonríe cálidamente ante la adorable preocupación de su pequeño asiático.

—Te noto distraído aru...

Iván enseria su expresión, desvía un poco la mirada, reflexivo, antes de volver la vista sobre Yao.

— ¿Puedo.... Puedo preguntarte algo?

El asiático se sonroja, sus ojos brillan extrañamente... su rostro inseguro y mirada amatista sumisa, insegura... ¡Era tan adorable!, aquel gesto hacía que quisiese saltar sobre él, pero el autocontrol era de suma importancia en aquella situación...

Asiente de efusivamente, con energía.

Por su parte Iván lo mira con extrañeza... aún había cosas que no entendía del todo acerca de Yao... ¡Pero no le faltaban ganas de entenderlas!

—Tú... ¿Te sientes cómodo con tu trabajo?

Aquella pregunta había sido como una patada en su estómago, una sonrisa incómoda se forma torpemente en sus labios.

Debía admitir que aquel no era su tema de conversación favorito.

—... ¿por qué la pregunta?

Iván lo mira con seriedad.

—Me molesta.

Yao le mira desconcertado, a caso sería... ¿Cómo esas parejas en donde solo uno trabaja?, es decir, ¡muchas veces había visto aquella situación!, es decir... cuando...