Capitulo 16

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"Luego de tanto tiempo encuentras a gente que sin que te des cuenta, siempre estuvieron para ti"

Stefanie me llevó a casa. Abrí el portón para luego encontrarme con la puerta principal.
Giré la llave y la imagen de mi padre tirado en el sillón y mi madre en la cocina se hizo presente ante mis ojos.
-Ho...Hola papa.- dije algo asustada.
El giró a verme con los ojos rojos de tanto tomar alcohol, sabía que no iba a golpearme, estaba mi madre en la casa.
-Hola... Emma... ¿Te llamas Emma, no? Ya que. No importa.-dijo resbalando las palabras.
Me encaminé a la cocina para saludar a mí madre.
-Hola mama- dije animada.
-Hola Vida, ¡Cuantas bolsas! Me alegró que hayas comprado todo esto.
-Gracias, en serio no sabes cuanto lo aprecio.- le di un beso en la mejilla y subí a la segunda planta. Saludé rápidamente a Marcos y entre a mí habitación.
Acomodé en el clóset mi nueva ropa.
Fui interrumpida porque en mi celular comenzó a sonar "Na na na" De MCR.
Tomé el aparato entre mis dedos y note que una foto de Dustin junto al botón de "contestar" e "ignorar" se iluminaba en la pantalla.
Me temblaron las manos pero igualmente toqué el botón verde.
-Hola...
-Hola, ¿Emma?
-Quien más sería.- dije sarcástica, todavía tenía la imagen de hoy al mediodía grabada en las neuronas.
-Ok, quería saber como estabas, si quisieras ir a la plaza o algo así
-No gracias, pero ¿Sabes? ¡Melanie esta disponible! ¿quien no quiere ir a una plaza después del centro comercial? - Mierda, yo y mi bocota.
-¿Eh? Espera... ¿tu nos viste hoy en el centro comercial? Me pareció verte, pero no creía que eras tu.
-Si los vi. ¿Algun problema Wilson? Que bien que tratas a tus "amigos", sales con la persona que los maltrata. Te aplaudo.- dije algo dolida y sarcástica.
-Emma Yo...
-No me importa, ni te hubieras molestado en llamar.
Oprimí el botón rojo dando a entender que se podía ir al demonio.
Bufé sonoramente y me recosté en la cama.
Estúpidos sentimientos.
Eran a penas las 16:07 de un Sábado y yo no sabía que hacer.
De tanto pensar que podía hacer para no morir de aburrimiento, me quede dormida.

Desperté a las 02:46... Mierda.
No estaba preocupada porque no tenía nada que hacer, sino porque a estas horas de la noche mi cabeza comienza maquinar millones de cosas y termino cayendo en los brazos de las navajas.
Traté de evitar cualquier pensamiento negativo, pero mis neuronas repetían miles de recuerdos, palabras, risas, burlas.
" Estas tan gorda Emma" "idiota, nadie te quiere" "No tienes amigos, aceptalo" "Hazle un favor al mundo y suicidate"
Mis lágrimas caían silenciosamente dándome a entender que había comenzado a llorar. Por favor, de nuevo no.
Recordé unas palabras "Si necesitas hacerte daño sólo llámame".
Perdería mi dignidad llamando a Dustin. Decidí tratar de calmarme yo misma.
" Eres un fracaso" Basta. Basta. Basta. "No mereces respirar" Mierda.
No podía. No podía. Para colmo me estaba dando un ataque de pánico. No podía respirar.
Las lágrimas caían y mis sollozos se escuchaban en un susurro.
¿Por que vivía? No lo merecía. Nadie me quiere. Estoy sola, esa es la realidad. Quizá era una mala persona y el mundo me castigaba. Estoy loca, no tengo a nadie. El sentimiento de saber que nadie esta allí para consolarte, que no tienes un hombro para llorar es horrible. No tiene explicación sentir que no vales nada.
Cada gota que derramaba reflejaba dolor y odio.
Necesitaba cortarme. No tenia opción alguna... Era eso o...
Tomé el celular y marque.
-¿Hola? Emma, que pas... ¿¡Estas llorando?!
-Dus...Dustin... Ne...Necesito cortarme- Dije llorando.
-No. Escuchame, aguanta, voy para allá.
-No quiero vivir- dije casi gritando.
-Deja de decir estupideces Emma. Por favor estoy yendo.

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