Connecticut, EEUU
17:15
Allí estaban sus brazos, sus labios, y aquel gesto de medio lado dramáticamente hermoso de su cabello al girar al frente para darme su perfil. Mientras los rayos del sol trazaban hilos de luz entorno a su magnífico rostro. ¿Alguien así podía ser real? ¿Podrían ser esos ojos grises y ese cabello castaño oscuro tan hermosos? ¿Podría ser un hombre tan vilmente guapo y juvenil? ¿Aquellos hombros tan marcados y esa sonrisa tan encantadora?
Yo lo dudaba...
- Te amo...
Soltó suavemente, mientras observaba a su rostro inmaculado. Su mentón fino y fuerte... ¿era real?
Una lagrima intento salir de mis cavidades visuales. Él era como un espejismo... el...
Él era un espejismo...
Rápidamente él se dio cuenta de mi cambio de ánimo. Y seguí observándole, mi corazón se detenía mientras le iba detallando. Lo amaba tanto...
- ¿Por qué? – fue lo último que alcance a decir. Mientras finalmente sus ojos se volvían negros y oscuramente malvados.
Un leve dolor, como un mordisco, lentamente me iba...
Abrí los ojos, aterrada jadeando y buscando aire para mis pulmones. ¿Qué fue eso? Lo sentí, tan real. Observe alrededor, la caja del jabón en polvo reposando en la estantería abierta junto al suavizante y el blanqueador, cerré los ojos mientras abría la tapa de la lavadora que a juzgar por la falta de densidad en las burbujas, se había apagado hace muchos minutos mientras yo me iba a los brazos del país nebuloso a descansar.
- ¡¿Abby, ya separaste tu ropa de donación?!
Le oí gritar a mi madre por encima del ruido del triturador, hice una mueca y abrí lentamente la puerta del lavadero.
- No mamá, recién termine con esto la separo, descuida.
- De acuerdo, solo no vaya a volverse a olvidar por favor, ya mañana llega el camión, y no puedo alquilar otro, lo sabes nena.
- Si lo sé... - apoye mí frente a la puerta. – Descuida yo me encargo...
- De acuerdo, voy a arriba a revisar las cosas de tu hermanito, espero más donaciones está al tanto de la puerta por favor.
- Ok, de acuerdo.
Dejé abierta la puerta mientras llevaba a la secadora el resto, no tenía ropas limpias, así que debía andar con mis últimos harapos. Metí una carga de mi ropa diaria y la dejé lavando mientras volvía a mi música.
Volvió a reproducir y me fije en cual pare mientras dormía, "Not like the movies" de Katy Perry. Esa mujer sabía lo que realmente se sentía, una patada en el corazón – para no decirlo de otra forma-. Mis ojos se llenaron de lágrimas, aun no me acostumbraba a tener tanto tiempo para mí y el silencio, sin ver su rostro, pero, debía continuar con o sin él. Y aunque no era fácil, -rayos que no era fácil era lo mejor que podría hacer. Jamás me dio una buena explicación, nada cierto al menos, siete años a la basura.
"Si no es como en las películas, que es como debería ser..."
"Si mi mundo no se detiene... y eso es solo el comienzo"
Hace un par de meses, intente salir con alguien, un amigo realmente, no pensé que la cosa se tornaría una cita... cuando realmente, en media situación supe que eran sus intenciones, todo cambio. A pesar de intentar que me gustara, no, no era lo que esperaba. Aunque era la carne libre del chico más popular de la escuela, una de las más inteligentes... - todo esto dicho por otros del instituto. No por mí, eso sería demasiado extraño, pero – a pesar de ser cortejada por varios sutilmente, todos terminaban por desistir a los pocos días.