Es tan normal ver como el mundo ahí afuera se desenvuelve así natural, todos con sus vidas mientras yo estoy mirando tras la ventana estancado en propio alta mar sin encontrar mi norte mi sendero, mi camino de salida, sentir que el corazón tiene un incesante afán de querer pero nadie le corresponde, buscando con anhelo aquellos días donde era parte de esa multitud caminando, riendo y sobre todo viviendo, estar fuera de esta jaula invisible en la que me encuentro hoy encerrado, prisionero de tus cadenas inexistente, y estar averiado o roto sin saber dónde quedo cada parte de mí, queriendo encontrar pieza por pieza y armar de nuevo este rompecabezas en el que me convertí.
He gritado tu nombre y tu rostro lo he soñado, labios carnosos y seductores, tus ojos que me llaman a pecar, y tu cuerpo mi tormentoso delirio, y llore sin que cayeran lágrimas y me perdí en un laberinto de en el cual no sé cómo entre y estuve acabado pero siempre sonriéndote sin demostrarte el dolor que sentía cuando me ignoras, y no quiero ser conformista porque a estas alturas sé que merezco algo mejor pero no quiero porque puse mi fe en ti y estoy seguro que un día voltearas y me veras y te darás cuenta de todo lo que necesitas y que entiendas que te lo puedo dar.
Hay eternidades más largas que otras, más intensas y mientras más dolorosas más agonizantes, pero la eternidad no borra los dolores del corazón solo los hace más soportables para poder vivir.
Quiero arriesgar toda esta eternidad y hacer que lo valga y besar tus labios y sentir que estoy en el cielo y alcanzar mil estrellas y perderme en cada constelación que para mí es tu cuerpo, eres mi pecado definitivo, y no sé si culparte por esto, es que tan dentro de mi alma te has clavado que hasta tu nombre en mi corazón lo llevo tatuado, y quiero tener el coraje de apostar todo lo poco que aún me queda y sin medir consecuencias, pero que necio es el destino que nos junta cada vez que tenemos la oportunidad de perdernos el uno del otro.
Puedo estar destrozado pero tú me convences con tus encantos, mujer que es mía sin serlo, que cruzas por esas puertas y no eres de nadie, ni a ti misma te perteneces, lamento haber llegado tarde a tu vida y ser yo quien tenga que esperarte entre las sombras a hacerte mía cuando quieras regresar de vuelta a mí.
Y así termine esperando ser nadie, buscando una salida de la que pueda estar salvo de ti y de este dolor, a veces con tantos daños y derrotas pienso que me odias y que solo soy un conjunto de tus venganzas acumuladas, llevo el invierno en mi interior frio e inquebrantable esperando ser verano y buscando como repararme.
Quisiera poder salir de tu mano, y caminar juntos sin miedo a nada y nadie , y pretender que somos perfectos, quisiera que me extrañes tanto como yo a ti, pero solo siento que cada día que pasa te importo menos, a veces me arrepiento de tantos te quiero dichos al viento que jamás tuvieron respuesta, y aun así cuando nos mirábamos sentía que llevábamos un secreto entre los dos, uno que nadie más lo podría descubrir, sigo amando cada parte de ti que saca lo mejor de mí, guardo en mi corazón tantas cosas buenas y malas que quisiera decirte pero me falta valentía para enfrentarte y correr el riesgo de perderte.
Siempre estuve enamorado del amor, convencido de que llegaría el día en que alguien me ame con la misma intensidad que yo podría hacerlo, pero falle de alguna forma en escoger a la persona correcta, pues jamás creí en el daño que me haría y al juego que me sometería, pero otra parte de mi cree es que es la correcta, creo que de cierta forma muy incomprensible y a su manera me quiere y hace que yo quiera ser mejor solo por ella, muchos tal vez pensaran que debo ser más inteligente y dejarla ir, pero pocos y los que de verdad han amado comprenderán que cuando se ama se lucha hasta el final aun a pesar de la situación y te confieso mujer que tú fuiste la ruina de mi poesía.
Y recordé que es mejor reinar en este infierno que ser sirviente del mismo cielo, pues tú serás siempre mi reina y mi diosa obscura, pero sé que no eres solo mía aunque yo lo quiera creer así.
A veces quisiera pensar que fuiste un sueño tan volátil y fugaz que al despertar junto a mi estarás, pero me despierto y a mi lado no estas, y te encuentras lejos y ahora mi corazón se desespera, entra en pánico y desesperación absoluta y sé que con él estarás y un inmenso dolor invade mi ser, anhelándote cada noche estoy, cada recuerdo de los dos invade mi ser y se me clava en la piel y no te puedo sacar, pasan días y pasan noches y en mis sueños más ausente estas.
Un mundo de sensaciones atraviesan por mi hoy, y ninguna tan clara como la soledad, te extraño pero como reclamar algo que no es mío, lo triste es que no hay cosa de la que este más seguro, es que ahora mi vida te pertenece a ti y solo a ti, y sé que no soy especial y tan solo soy un hombre común y corriente pero te he amado más de lo que nadie lo ha hecho y con eso es suficiente.
Siento que esta es un tortura y que solo tu querer lo puede aliviar; con una sonrisa me conquistaste y con una mirada de amor ya no te pude olvidar, y no te quiero perder, ni que todo aquello que hasta ahora hemos vivido se desvanezca, y en este sol abrazador siento un gélido frio y en la multitud de personas me siento solo, y tu ausencia cada vez se hace más notoria, y quiero estar en tus brazos y sentir el despertar ver el amanecer junto a ti con un beso de desayuno vivir de nuevo el día esperando con seguridad que te volveré a encontrar, me quiero aferrar a ti y ahí si no me importaría morir siempre y cuando sea en tu regazo.
Pero ahí estaba ella tan segura y firme, -Quiero hacer una tregua contigo ¿aceptas?- le dije apenas la vi; Y Eli la acepto y vino hace días y recordé como la primera vez, como se estremecía mi cuerpo al contacto con el suyo y como sus besos me derretían, sus manos se movían por todo mi ser, veía con su piel rosa y la veía a ella y su respiración agitada, su pecho subía y bajaba a un ritmo que me hacía enloquecer queriendo más y más y que esa noche que pasamos juntos sea interminable, luego de tan excitante momento nos recostamos cansados, agotados de ser fuego y pasión y justo en aquel momento que hablaría dijo -Ma...- y se quedó dormida dejándome perdido entre si pronunciaría mi nombre o de aquel hombre.
