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Editado.



¿Yo? ¿Cocinar? ¡No lo creo!


Sophie.

Camine despacio para que no sintiera mis pisadas, estaba sentado en el mueble de la sala viendo tv, camine hacia él me senté encima de él a horcajadas sonriéndole. Su mira paso por todo mi cuerpo hasta mis ojos.

- Buen día -le sonrió.

- Buen día -me sonríe igual, comenzando un camino de caricias por mis piernas.

- ¡Quieto! -le pegue en su mano haciendo que la removiera-. ¡Te recuerdo que perdiste Styles! -le sonreí victoriosa.

- Entonces no vengas así y te me sientes encima de esa manera tan jodidamente sexy -dijo frustrado mientras yo comencé a reír-. ¡No te rías mujer!

- Es que es Divertido verte frustrado.

- ¡Gracias! -me tomo de las caderas y me alzo con la mayor facilidad bajandome de él mientras me seguía riendo-. ¡Basta en serio!

- Esta bien -le sonreí y me levante-. Ven -le extendí mi mano.

- Vamos a romper la apuesta -me dijo sonriendo.

- ¡No! ¡Te dije que no lo voy a hacer!

- Te arrepentirás, ve lo que te digo -tomó mi mano y lo guíe hasta la cocina-. ¿Qué hacemos aquí?

- Pues yo mirar y tu cocinar -le sonreí subiendome en el mesón, se comenzó a reír.

- No en serio, ¿qué hacemos aquí?

- Ya te lo dije -me miro serio borrando toda sonrisa de su rostro.

- ¿Yo?

- Si tú.

- ¿Yo? ¿Cocinar? ¡No lo creo!

- Claro que si, tienes que cumplir con la apuesta.

- No, además no se cocinar.

- Yo te voy indicando -se me quedo mirando y de repente me sonrió-. ¿Qué pasa?

- Ya entiendo.

- ¿Entiendes qué? -lo mire sin entender.

- Que cocine es una de tus fantasías.

- No, esa no es una de mis fantasías -dije suspirando, en serio aveces es imposible.

- Osea, que si las tienes -me sonrió haciendo que me sonrojara.

- ¡Harry! Cállate y cocina.

- Picarona -me dice divertido mientras lo veo buscar algo.

- ¿Qué buscas?

- El delantal ese que usas para no quemarte.

- No es necesario.

- Si lo es, solo llevo puesto unos boxers y no planeo sentir dolor ahora.

- Ponte una camisa.

- No, ¿dónde esta?

- No se, yo no vivo aquí.

- Nadie a entrado a esta cocina desde que te fuiste.

- ¿Cómo sobreviviste sin mi?

- Eso mismo me pregunto yo hermosa -me sonrió mientras le señalaba donde estaba el pequeño delantal rosado-. No tienes uno más masculino.

- No, ¡se te ve divino!

- No empieces -me señaló con una espátula de madera en su mano, mientras yo reía-. ¿Qué voy a hacer?

- Hoy me provocan unas empanadas de queso al estilo de mi madre.

- Empanadas -dijo tratando de imitar el español.

- Si, empanadas.

- ¿Es comida latina?

- Si y son deliciosas, así que a la obra.

- ¡Si podemos! -grito como la caricatura de Bob el constructor haciendo que me ría.

- ¡¿Veías eso?! -me quedo mirándolo tratando de aguantar la risa.

- No claro que no -aclaró su garganta y se ajusto el delantal, soy yo o a él todo le queda bien-. ¿Entonces como comenzamos?

- Pues busca un recipiente, harina, sal, mantequilla, queso y agua -buscó todo y lo puso en el mesón a mi lado.

- ¿No lleva leche?

- Algunos le echan leche, pero yo no -dije alzando mis hombros-. ¿Cómo sabes que lleva leche?

- Una vez vi a la madre de Simon prepara unas.

- Osea que las sabes hacer.

- No, solo ví algunas cosas -me miró-. ¿Y ahora que hago?

- Ahora hechas un poquito de harina en el recipiente...

Y así le fuí explicando poco a poco con mucha paciencia como se hacían y para mi sorpresa, Harry tenía unas habilidades en la cocina excelentes.

- Listo, salio la primera -dijo orgulloso de si mismo-. ¡Pruébala!

- Espera que esta caliente -la tome con cuidado y le eché un poco de fresco con mi boca para enfriarla un poco y la probé.

- ¿Entonces? -me pregunto sonriendo.

- Perfectas.

- Te lo dije mujer, ¡yo todo lo hago bien!

- Se te están quemando las otras -frunce el ceño corriendo hacia las otras para sacarla de la estufa mientras yo me reía de ver como trataba de sacarlas todas.

- ¿Y ahora?

- Pues a esperar que se enfríen un poco, para poder comérselas.

- Bien -se quito el delantal y camino hacia mi-. Hola.

- Hola -le sonreí-. ¿Te gusto cocinar?

- La verdad si, un poco, ya sé que hacer cuando tenga hambre a las tres de la mañana y no quiera salir y este solo.

- Al menos aprendiste algo.

- Pues si -me abrió un poco las piernas posicionándose entre ellas, mientras su mirada estaba en sus manos viendo como me dejaba lentas caricias en mis piernas, algo le pasaba.

- ¿Te pasa algo?

- Estuve pensando en una solución para que te puedas quedar en Estados Unidos, bueno en realidad dos, si no funciona la primera pues vanos a la segunda.

- ¿Cuál es la primera? -le pregunte mirándolo tierno, es raro ver ese nivel de preocupación hacia mi de parte de Harry. Recuerdo que antes ni se molestaba por mi, ahora es todo lo contrario.

- Pues volverías a trabajar conmigo, si tienes trabajo no te deportan.

- Pues si, pero tendría que hacer mucho papeleo igual en mi país y me dejarían entrar en unos dos años otra vez.

- Entonces pasemos a la segunda -dijo emocionado.

- ¿Es buena la segunda?

- Bastante -me dijo sonriendo.

- No voy a tener un hijo contigo -le dije haciéndolo reír.

- No es eso.

- ¿Entonces?

- ¡Casa te conmigo!

***

Mejor deja que yo me casé con él, ese ricolino tan bello. 🤤❣️

Yours | Harry Styles | Temporada ⁰²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora