Atentamente: HitGirl

Dave el idiota

Os contaré una historia que ocurrió hace unos años. Dave estaba en su segundo año como "Héroe", mientras que Big Daddy y yo permanecíamos en las sombras y hacíamos algunas misiones de incógnito. Recuerdo estar ese mismo día, a la hora de comer, sentada en la mesa del centro de la cafetería, junto a otras chicas de mi curso, que hablaban sobre gilipolleces de adolescente, como Justin Bieber, o la nueva película de "Crepúsculo" o como se llame con esos vampiros de purpurina y los licántropos amariconados. Esos rollos...
En ese instante, me fijo en Dave, que estaba yendo con su bandeja de comida hacia la última mesa de la sala. Esa mesa estaba muy lejos de la mía, pero podía oír perfectamente lo que decía él, y sus amigos con los que se sentó en aquella mesa. El amigo larguilucho de Dave, creo que se llama Todd, el que actualmente es Ass-Kicker, decía que si lucharían por evitar que alguien robara un chicle en una tienda de aperitivos. A lo que Dave respondió que por supuesto que lo haría, sin dudarlo ni un segundo. Yo quedé muy sorprendida, ya que no creo que un puñetero chicle de mierda fuera a llevar a la bancarrota a una tienda... Pero bueno, Dave es imbécil, y todos lo sabemos.
Esa misma tarde, había quedado con KickAss para hablar sobre como organizarnos los trabajos en la ciudad, cuando me lo encontré tirado en el suelo con un ojo morado.
- ¿Qué te ha pasado, Dave?- le pregunté.
- Unos capullos estaban robando en una tienda.

Respondió mientras que se tocaba la cabeza dolorido. Observé la lata de judías precocinadas que sostenía en la mano.
- No me digas  más, ¿ has hecho todo esto por una insignificante lata de judías de 1$?
Le quité la lata para ver el precio.
-Sí, alguien tenia que hacer algo.
-Pues parece que te lo han hecho a ti...
- Ja,ja... Qué graciosa...
Contestó sarcásticamente al verme reír. Seguidamente, me di la vuelta y comencé a andar hacia mi casa, pero antes de dar 3 pasos, me paré, giré la cabeza y le dije:
-El entrenamiento comienza mañana a las 9:00 a.m. Por cada minuto de retraso, 10 flexiones más.

Ese mismo día comencé a planear un entrenamiento ideal para un marica primerizo en la lucha. Acogió muy bien la idea, y se centró mucho en no llegar tarde. Le ví potencial desde el principio.

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