CAPITULO II

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EL DESTINO NUNCA SE EQUIVOCA

Febrero de 2031

El padre encuentra al niño en el suelo.

Padre Maximiliano.- ¿Qué pasa aquí? ¿cómo es que has llegado?

El padre sorprendido y preocupado porque en ese país a los niños que no tenían padres los ejecutaban. El niño cargaba una ropa con el nombre de carlo. En el pueblo había una pareja de geólogos que no podían tener hijos y pensó en ellos para cuidarlo. En esa mañana llamó a dichas personas.

Padre Maximiliano.- Hola ¿cómo está? Señor Pedro.

Pedro.- Muy bien padre ¿pasó algo en la parroquia?

Padre Maximiliano.- ¡No! Claro que no. Pero hay un asunto delicado que debo de tratar con ustedes. Podrían venir su esposa y tú lo mas pronto posible.

Pedro.- ¡Claro padre! No se preocupe en un momento vamos para aya.

Padre Maximiliano.- Esta bien, acá los espero.

Pedro y su esposa Samanta eran muy apegados a la iglesia y siempre estaban al pendiente del padre Maximiliano. Después de media hora Pedro y Samanta llegaron a la iglesia.

Pedro.- Hola padre ¿de qué quiere platicar con nosotros?

Padre Maximiliano.- Por favor pasen al cuarto.

Pedro.- Ok

Se dirigían hacia el cuarto y se podía escuchar al niño llorar y eso preocupó a la pareja. Entraron al cuarto y con cara de asombro Samanta lo cargó para que no llorara. Y preguntaron.

Samanta.- ¿Y ese bebé padre?

Padre Maximiliano.- Lo encontré en la madrugada que llegué. Y no sé nada de los padres o ¿cómo llegó aquí?. Solo estaba la ventana rota. Pensé que era un ladrón, pero sólo lo encontré a él.

Pedro.- Y ¿no lo reportó a la policía imperial?

Padre Maximiliano.- Claro que no. Si hiciera eso ya lo hubieran matado y no puedo permitir que eso pase. Así que pensé en que ustedes lo podrían cuidar.

Samanta.- ¡Claro!

Pedro.- ¡Espera! Debemos de pensarlo bien, porque no es tan fácil, aquí hay mucha gente que nos conoce y se les hará raro.

Padre Maximiliano.- Pues tienes razón, pero tiempo para pensar es lo que menos que tenemos.

Pedro.- Pues eso sí. Y ¿tiene nombre?

Padre Maximiliano.- Pues no sé, pero en su ropa decía el nombre de carlo.

Pedro.- ok, pero ahora nos queda saber en donde quedarnos.

Samanta.- Podemos irnos a Setta (número seis en egipcio) en la casa de verano aya podemos vivir un tiempo, mientras sigamos con las labores, no lo notaran.

Pedro.- Mmm no sé, sería muy arriesgado, si alguien se dará cuenta que lo llevamos, ¡pero bueno! No podemos dudar. ¡Padre nosotros lo cuidaremos!

Padre Maximiliano.- Esta bien y disculpen si los meto en éste problema, pero dios no perdonaría que dejáramos morir a esta criatura.

Pedro.- Puede confiar en nosotros padre, lo cuidaremos como si fuera nuestro.

Samanta.- Gracias por ésta bendición padre.

Padre Maximiliano.- No me lo agradezcan, pues nuestro dios lo mandó para ustedes por alguna razón, el destino no se equivoca y todo pasa por la voluntad de nuestro dios.

Samanta.- Claro que si padre y nosotros le avisamos cuando ya estemos en Setta.

Padre Maximiliano.- Esta bien hijos, vayan con dios y que el señor del cielo los cuide y proteja.

Pedro.- Gracias padre, nos vemos pronto.

Pedro y Samanta salen de la iglesia suben a su carro. Pasan a su casa por lo esencial y se dirigen a Setta. Luego de 6 horas de camino llegan a Setta una pequeña ciudad por hermosos paisajes y un puerto. Ellos tenían una pequeña casa a la orilla del mar en donde decidieron vivir para proteger al niño.
Llegaron y fueron a registrar el niño como suyo, tenían un amigo que decidió ayudarles.

Pedro.- Hola Adrián venimos por lo que te conté en el camino.

Adrián.- Claro que si amigo. Y ¿cómo se va a llamar el niño?

Samanta.- Se llamara Carlo.

Pedro.- ¿Estas segura? ¿quieres ese nombre?

Samanta.- ¡Claro que si! Dios lo mando por algo y así se llamara.

Pedro.- Ok, entonces se llamará Carlo.

Adrián.- Ok. Ahora lo registraré. Mmm ya quedó. Ya es su hijo y no se preocupen su secreto estará siempre a salvo.

Pedro.- Gracias mi amigo.

Luego de eso llegan a su casa, arreglan el cuarto del bebé, lo cuidan y lo ven crecer por 6 años. Criándolo de buena manera y siendo amable con el, dándole siempre una buena educación y nunca paso nada extraño. ¡Hasta ahora!...

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Espero que les gusté mi segundo capítulo, esté es más de cómo Pedro y Samanta se convirtieron en sus padres.
No se les olvide votar y comentar les recuerdo que es mi primera historia así que voy aprendiendo jeje y si les gustó porfa recomiendenla...

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