Capitulo 1

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-Si no eres el mejor en todo, no sirves para nada... esta entendido!?- dijo el mirándome a los ojos hacia abajo, con una mirada fría y penetrante, que me cala hasta los huesos.

-Si, señor!- le respondí, el se dio la vuelta y por milésima vez se encerró en esa horrible habitación que el llamada estudio. Aunque tenía muchas ganas de llorar, no podía hacerlo, sino mi padre saldría de esa habitación y me golpearía como castigo por mi debilidad –Deja de llorar, no seas débil!!!- eso me diría mi padre.

A pesar de ser muy chica, el nunca pudo verme con otra mirada más que esa, la misma que me ha dedicado desde que nací y desde que mi madre murió, una mirada de odio, vergüenza por ser mujer y frialdad pura, mi madre murió cuando nací, así que mi padre nunca pudo tener un hijo varón, algo que le dio en su orgullo, nunca podrá tener esa satisfacción de tener un hijo en la academia y regodearse de sus habilidades con los demás del clan... el solo tiene una hija... pero a pesar de eso, nunca le ha importado o tomado esa delicadeza para criarla, para él, yo tengo el deber de ser el mejor guerrero.

-Debió haber nacido varón, para mí, es una vergüenza que mi primogénito sea una hembra, que para lo único que sirve es para ser doncella de la virreina o para criar-.

Que una pequeña niña, escuche a su padre decirle eso a uno de los soldados de baja categoría es doloroso, por eso desde ese mismo momento decidí demostrarle a mi padre y a todo el planeta que puedo ser mejor que un hombre, que todo lo que mi padre ha pensado de mí, es mentira y que mi padre se sienta completamente orgulloso de que haya nacido, ese ha sido siempre mi propósito en mi vida, y lo he logrado con mucho esfuerzo.

Desde que entre a la academia, siempre he estado rodeada de hombres, todos mirándome como si no pudiera o no supiera, pero siempre los he podido callar, ser la hija de uno de los mejores guerreros que el planeta Mato ha conocido tiene sus ventajas, desde muy chica he podido leer los libros de misiones de mi padre sin que él se dé cuenta, he escuchado sus conversaciones detrás de la puerta cuando está en una reunión en su estudio, tratando asuntos relacionados con las misiones que estarían por cumplir, todo eso para cumplir mi principal propósito.

Como todos los días, me levanto, me visto, desayuno en la cafetería y me dirijo puntualmente a mis clases, con un paso firme y decidido, con la mirada fija en mi destino, ignoro por completo todas esas miradas de odio, repulsión, envidia y burla de cada uno de los soldados que pasan cerca de mí; desde que entre he tenido un comportamiento impecable, no me doblego por nada en el mundo, ni tengo amistades con nadie, bueno la única que me habla es Momomato, aunque hablo mucho con ella, no le demuestro mis sentimientos o emociones, siempre debo de ser firme a lo que siento, "los sentimientos te hacen un soldado débil", y mi padre tenía razón, es por eso que no muestro lo que siento, y prefiero callar a hablar, me gusta analizar y actuar, siempre con la cabeza fría, esa es una habilidad que me ha ganado la fama de ser un tempano de hielo, un robot, un ser sin alma ni corazón, miles de apodos y ninguno me interesa; mientras mis compañeros hablan de mi e inventan apodos para intentar ofenderme, mis profesores me alagan diciendo que soy la mejor estudiante de todos, que mis habilidades son superiores, pero nunca bajar la guardia porque hay cinco soldados que me están pisando los talones, pero lo que no saben es que eso me gusta, tener competencia digna de mis habilidades, así cada día les demuestro que sigo siendo la mejor.

Durante la clase de defensa personal, todos nos encontramos sentados en el suelo, frente a nosotros esta una pequeña tarima, donde uno por uno sube y pelea contra un soldado que es llamado por el instructor. Todos van pasando, y cada uno que pasa observo sus habilidades de pelea, analizo cuales me sirven y cuáles no, para después practicarlas.

-Jokomato, pasa al frente- Dijo el instructor, y aquel hombre pasa al frente, para nosotros es más fácil entrenar en esta forma humana que en nuestra verdadera forma, así tenemos más fuerza al pelear. He analizado a Jokomato, es muy analítico, no tienen grandes habilidades de pelea, por eso no me sirve mucho verlo pelear, siempre pierde, es torpe y lento.

Sorpresa del destino -Yongguk-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora