Orochimaru

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POV Tenten

Desperté en una sala sombría, mal iluminada y de paredes rocosas. La cabeza me palpitaba. Parpadee un par de veces antes de fijar mi vista hacia delante. Di un pequeño salto cuando recordé lo que había pasado. Es verdad, me habían raptado. ¿Dónde estaba?

Respire hondo y me calme. No podía ponerme nerviosa ahora, tenía que escapar. Revisé la habitación con mis ojos, deteniéndome en cada objeto por no más de cinco segundos. Había una cama (en la que estaba ahora sentada), un armario pequeño, una cómoda con una vela y una silla. Nada más. Si que habían reparado en gastos a la hora de decorar. 

- Buenos días, pequeña ninja de Konoha

Una voz  grave proveniente de un rincón de la habitación llamo mi atención. Trague grueso y dirigí mi mirada hacia la esquina desde donde se había escuchado. Lentamente, una figura alta de cabello largo y piel blanca surgió de la oscuridad. Sus ojos eran finos y amarillos; me miraban con curiosidad y sorpresa. Me era familiar de una manera que no entendía...

- ¿Ninja? 

- Si, pequeña. ¿No lo recuerdas? 

- ¿Recordar qué?

- Interesante. El cambio debió haber sido un trauma lo suficientemente fuerte para tu mente que olvidaste quién eres. O eras. 

- ¿Qué? ¿A qué te refieres? ¿Quién eres? - serpiente...este hombre me recordaba mucho a una serpiente.

- En vista de los sucesos, me presento. Soy Orochimaru. Tengo preguntas que hacerte. 

- ¿Qué te hace pensar que contestaré?

- No tienes porqué no hacerlo. No tienes nada que perder. 

- Responderé si tu respondes mis preguntas también. 

- Adelante, pequeña. 

- ¿Por qué me raptaste?

- Quiero entender algunas cosas respecto a ustedes. Lo que les ocurrió fue más un incidente que otra cosa. 

- ¿Lo que nos ocurrió? 

- ¿Qué es lo que recuerdas antes de que regresaras a la aldea?

- Yo...mm...no recuerdo nada. ¡No recuerdo nada! 

Mi realidad fue interrumpida por el sonido de la puerta. Alguien tocaba. Orochimaru fue a abrirla, conversó por unos momentos con un hombre y después lo dejó pasar. Este traía un cilindro grande y sellado. Dejandolo en medio de la habitación, se marcho. 

- ¿Qué hay ahí?

- Ya veras

Quitó los papeles que mantenían sellada la tapa y la quitó. Unos ruidos me llamaron la atención y luego una cabeza amarilla me aclaró la situación. 

- ¡Temari!

Ella volteo hacia donde mi y su rostro despertó. 

- ¡Ten ten! ¡Estas bien!

- ¿Qué haces ahí metida? ¿Y las otras?

- Están aqui...hey, ¡despierten!

Tomo unos minutos varios sacarlas del cilindro, sobre todo a Sakura, que parecía adolorida. Cuando por fin estuvimos las cuatro sentadas, o en el caso de la pelirosa, echada, retomé mi atención al tipo con cara de serpiente que había permanecido en silencio y apoyado en la pared todo este tiempo. 

- ¿Por qué estamos todas aquí? 

- Ya te dije, hay cosas que les tengo que preguntar. 

- ¿Quién es, Tenten?

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