Hannibal Niccals.

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No podía pasarle eso a él. Hannibal era el peor hermano que alguien pudiese tener. De pequeños siempre peleaban, ya jóvenes no había quién los detuviera. Inclusive Murdoc lo recordaba cada vez que veía su rota naríz, producto de una riña entre ellos.
Lo peor de todo era que Hannibal sabía como sacarle de sus casillas.

—Eres idiota si crees que voy a dejar que te quedes —Amargado y con los brazos cruzados soltó  —¡Tú no eres bienvenido!

—¿Quién pidió tu opinión? —Era un engreído —Además me debes el puto favor —Sacó un cigarro, el cual se llevó a la boca.

—¡¿De qué estúpido favor hablas?! —Murdoc Niccals nunca le pediría nada en la vida, antes prefería morirse que aceptar la ayuda de su hermano.

—Bueno, no es exactamente uno. Pero sólo pido quedarme dos semanas en lo que busco a un amigo mío... O si no... —Dejó el suspenso en el aire.

—¡Habla!, ¿O si no qué?

El mayor sacó el humo del cigarro, girando su cabeza a la dirección del bajista.
—Sabes...la Policía de México te sigue buscando. No sospechan del "gran Murdoc" de la banda Gorillaz, creen que sólo es coincidencia de que se parezcan —Ahora lo tenía en la palma de su mano —¿Creías que ponerte un nombre falso en Latinoamérica te serviría de algo?

—¡¡¡Eres un...!!! —Lo agarró de la playera, estaba a punto de golpearle.

—¡Shhh! —Lo calló muy confiado —Hermanito, no te conviene hacer esto... Sólo serán dos semanas —Le recordó —Además no le diré nada a tus bobos amigos, para evitar que se preocupen —Sonrió victorioso al notar que Murdoc lo soltó.

—Dos semanas y ya, ¿entendido?

—Lo prometo. Y ya nunca más sabrás de mí.

El satanista odiaba la idea de que Hannibal se quedara, además que tampoco quería molestar a sus amigos. Ya tenían bastante con todos los problemas que ocasionaba.

—¡Mudz, ya llegamos!

Se escuchaba la dulce voz de 2D. Junto a él, Noodle y Russel. Traían bastante comida.

Todos guardaron silencio. ¿Quién era ese tipo que se parecía a Murdoc?

—"¿Mudz?" —No pudo evitar reírse al escuchar aquello.

Cansado e ignorando la burla, decidió presentárselos.
— Él es Hannibal...y es mi... —Odiaba llamarlo así—, hermano.

Los integrante del grupo desconocían que tuviera família. Murdoc no era de hablarlo, con esfuerzo les dijo en el pasado, que su padre era un maldito, y de su madre nunca se supo nada.

—Él  se quedará aquí por dos semanas.

Era una notícia inesperada. No sabían cómo responder ya que la casa era de todos.

—Bueno... Espero que nos llevemos bien —A Russel no se le ocurrió mejor palabras qué decir.

—Espero que no seas como el zoquete de tu hermano.

—¡Oye! —El bajista no dudó en ofenderse por tal oración de Noodle.

—B-bueno, es un gusto conocerte —2D saludaba al tipo frente a él. Quería poder llevarse bien, al fin de cuentas era familia del satanista. Recibió un "hola" demasiado amable, lo que hizo creer a todos que era buen sujeto. Pero el verdoso sabía que era una farsa.

—Ya nos dirigiamos a comer. Acompañamos —invitó Noodle, recibiendo una aceptación grata.

Entre todos hablaban, a excepción de uno de ellos.
Lo malo de ser parientes era que ambos llevaban el "Niccals" en la sangre. Eso significaba que era fácil fingir ante los demás, poniéndose una máscara de mentira.






La primera samana fue realmente difícil de conllevar.
Y por mala suerte, tuvo que compartir su habitación con su pariente.

Cada vez que Hannibal estaba apunto de enterarse de la relación del bajista con el peliazul, por medio de algún medio de comunicación, era interrumpido por Murdoc, inclusive tuvo que ignorar todo contacto y cercanía con 2D. Lo que provocaba unas terribles ganas de ir con él, para abrazarlo y ser un poco meloso...pero no...no permitiría que Hannibal se burlara de él.

(. . .)

Desde la llegada de Hannibal, el bajista ya no era cariñoso con él. Aquello le deprimía, aunque entendía que Murdoc no quisiera decir nada.
Notaba que el nuevo huésped era encantador con ellos, pero en ocaciones le tocó escuchar disputas de éste con su novio.

Sólo debía esperar un poco.

2D estaba dirigiéndose a su habitación debido a que su cabeza comenzaba a dolerle. Iría por sus pastillas y descansaría.
Camiba con aburrimiento, topandose con el bajista. Éste se hallaba tomando una cerveza.

—Face-ache —saludó con rostro cansado.

—Hola Murdoc —Ignoraba su dolor —¿Y tu hermano? —Desde la mañana no sabía nada de él.

—Ese bruto salió —Dio un trago final a su bebida—. Y Noodle fue a pasear con Hiro, al parecer ya volvió de Japón.

Trataba de ponerle atención, pero el dolor aumentaba cada vez más.
—Q-qué bien que estén divirtiéndose... R-russel igual a salido —Sus ojos comenzaban a cerrarse con molestia, tenía que ir por su medicina.

—¿Estás bien?

—No —Tenía días que no se hablaban—. Tengo una migraña...Debo ir a mi cuarto —sin dejarle contestar al otro, se fue.

Rápido se tomó una píldora, sin necesidad de agua.
Se recostó en su colchón tratando de tranquilizarse y relajarse. Pero un sonido le sacó de sus pensamientos.

Murdoc entró —¡Stuart! —Cerró la puerta tras de sí.

—Podrías hablar bajito —Susurró.

—Claro —Dejó de utilizar el tono alto —Me preocupé por ti —Se acercó a donde estaba acostado el menor.

—Gracias —En cuando lo tuvo cerca se abrazó a éste.

—¿Ya te sientes mejor? —Definitivamente era extraño verlo hablar. El vocalista era la única persona con la que podía ser así.

—Ya...me siento mejor —La fuerza del agarre aumentó—, porque estás aquí.
"Tú eres mi medicina", pensó mientras juntaba su frente a la del otro.

¿Qué debía decir?, él no era como todas las personas cursis. Aunque su corazón se relajaba y alegraba al sólo tenerlo cerca. Pero no era sencillo decirlo, lo único que pudo hacer fue acercar sus labios para besarlo.

(. . .)

Hannibal llegaba de una reunión de conocidos, los cuales le invitaron una fiesta para esa noche.
Andaba felíz, tenía tiempo que no se embriagaba y se metía con tipas. Sería una noche muy loca.

Buscó a alguien en la cocina y nada, lo mismo pasó con la sala de juegos, las habitaciones de Russel, Noodle y Murdoc. Debía encontrar alguien para pedir prestado un poco de dinero, que quizá jamás pagaría.

La única habitación faltante era la de ese marica peliazul, le caía mal, era demasiado tierno, tonto y afeminado, aunque fingía bien.

Entró sin tan siquiera tocar y lo que vio le dejó sin palabras.





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Hola n.n
Perdón por si hay fallas ortográficas, pero ya inicie clases y pues bueno... Ya me cansé xD (Y es el primer día) xD

Respecto al capítulo de hoy D: Hannibal los vio!!! (chan chan chan). Esos tortolos deben aprender a poner seguro a su puerta xD

Los dejo y nos leemos pronto :3
Ya me debo ir, debo hacer tarea TwT

Bye~~~


Mis sentimientos (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora