Celos

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-No, definitivamente no. – aviento la prenda al suelo. El chico delante de mí la levanta solo para burlarse.
-Te verías adorable en trusas, Guren.
-Callate.- se la arrebato y la aviento fuera de su alcance.
-¿Me prestas un traje de baño?
-Ya te dije que no, Shinya, tienes ropa, por el amor de Dios.- digo exasperado. Me ve como si no entendiera nada de lo que dije.
-¿si?- trata de nuevo.
-No- se da la vuelta y saca algo de mi armario. Un traje de baño.
-Me quedara grande pero que importa.
Giro los ojos, exasperado.
-Espero que no te de miedo las atracciones como la vez pasada.-Shinya se sienta en la cama mientras me ve empacar.
-Es un parque acuático, no hay montañas rusas. Además no tenía miedo, era emoción.
-Aja- sonríe maliciosamente.
Le golpeo la frente con la mano abierta, protesta y le golpeo de nuevo.
Me da tanta ternura cuando hace eso. Claro, es algo que él no tiene que saber.

Después de aguantar los constantes quejidos de Shinya al no sonreír al momento de fotografiarnos, nadamos un rato en las piscinas.
Me mantengo a su lado todo el tiempo, en parte porque no hay nada más que hacer en este lugar y en parte porque disfruto tremendamente verlo sin camisa.
Cuando nos cansamos, me dice que tomemos algo, voy por unas bebidas porque si fuera el se perdería o traería algo alcohólico.
-Quédate aquí- le digo antes de caminar hacia la tienda de suvenires.
Un señor con cara cansada y una camisa manchada por algo que no quiero saber que es, cobra el par de tés, pago y veo que Shinya sigue donde le dije, pero hay alguien acompañándolo. Una chica con cabello castaño, en un traje de baño muy pequeño que deja ver sus grandes encantos. La chica juega con su cabello mientras habla con él, Shinya solo sonríe y habla como si fueran amigos de toda la vida. Siento un como si me golpearan el abdomen y camino rápidamente hacia ellos. Shinya siente mi presencia y me presenta a la chica.
-Mira, ella es muy amable, me conto que es una gran nadadora, además me dijo que le encanta mi cabello.- me informa con una sonrisa en los labios.
-Ya veo- musito.
-¿Qué compraste?- Me quita la bolsa donde llevo las bebidas de la mano para ver el contenido, al hacerlo pone una cara de asco.- Ugh, Guren odio este té. Iré a cambiarlo.
La chica que había estado callada hasta ahora, se gira hacia mí con una sonrisa amistosa y trata de entablar una conversación conmigo. No escucho nada de lo que dice. Hasta que algo llama mi atención.
-Tu amigo es muy guapo, ¿crees que acepte salir conmigo?- dice suavemente, sus ojos están llenos de ilusión.
Formo unos puños con la mano, aprieto fuertemente hasta que mis nudillos duelen. Me concentro en no golpear a la chica. Miro alrededor para distraerme, me doy cuenta de que hay una piscina al lado de nosotros. Sonrío maliciosamente.
-No lo sé, ahí viene el ¿Por qué no le preguntas?- señalo hacia la tienda. Ella gira mientras estiro los brazos hacia ella. Doy un pequeño empujón y escucho un grito. Corro hacia donde esta Shinya, sin mirar hacia la chica tratando de salir empapada de la piscina.
Me estrello contra una cabellera plateada.
-¿Me extrañaste?
-Callate Shinya. -trato de no lucir ansioso.
-Termine de comprar, vayamos afuera, la chica se veía amistosa.- miro disimuladamente hacia fuera.- ¿Pasa algo?- ya no está la chica.
-Cambio de planes, vámonos.- Tomo a Shinya de la mano y le apresuro para irnos.
Caminamos rápidamente hacia el carro.
-Para, Guren, me lastimas.
Giro de nuevo tratando de localizar a la chica, respiro aliviado al no verla, o eso hubiera hecho si no me hubieran golpeado la mandíbula. Frente a mi estaba ella, mojada, enojada y subiendo la mano para darme una segunda cachetada, la tomo por la muñeca para evitarlo. Shinya nos ve sorprendido.
-¿Qué está pasando aquí Guren?- me pregunta.
-El me aventó a la alberca.- protesta la chica con voz chillona.
Shinya me mira, primero enojado, después comienza a reírse.
-¿Tu...- dice entre carcajadas- estabas celoso?
Por un momento bajo la cabeza, sonrojado, pero pongo una cara neutra al contestar.
-Parecía que ella tenía calor.
Shinya se disculpa con la chica mientras ella me lanza miradas llenas de odio. Giro el rostro restándole importancia. Después de eso, se va y nos quedamos nosotros dos solos.
-Idiota- me regaña Shinya.
Me acerco a él y lo tomo por la cintura. Poso mis labios sobre los suyos, sabe a dulce como siempre. Se mueve suavemente y al terminar susurra algo.
-Estabas celoso después de todo.

El chico de plata-GureShinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora