-mama me niego
-por Dios Gia deja de hacer capricho
-no es capricho
-GIA!
-es que no entiendo por que no puedo ir contigo mama
-por que no podre estar a tu pendiente, además hace cuando no ves a tu papa?
bufé molesta
-no creo que lo allá notado...
-gracias creo que are esto más seguido -no creo que nos necesites -capaz que para matar demonios no pero si para que me cuides -eso no tienes ni que decirlo, siempre estaré a tu lado
Santi me abrazó pegandome a su pecho lo más que podía y beso mi oreja
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-te amo Gia
Me quedé paralizada al escuchar eso de su boca, él me amaba... ME AMABA... sonreí como una tonta, apoye mi cabeza en su hombro, acomode su cabello aún sonriendo
-tenes la sonriza más hermosa que he visto en mi vida
En cualquier momento explotaria y no por el fuego que hay en mi interior si no por que nunca me sentí tan viva
-te amo Santiago
Uní nuestros labios en un beso tierno, amaba sus labios eran tan suaves y me sentía completa con el a mi lado
-podríamos casarnos
Solté una risa
-tu y yo casarnos? No creo que pase eso por ahora -por que no?
Santiago había cambiado su tono de voz abruptamente
-lo dices en serio? Amor tu terminas este año el colegio y empezaras la Universidad y yo también quiero ir sería una locura casarnos ahora -las peores locuras son aquellas que no hacemos Gia luego te arrepientes -yo no dije que no quiero estar contigo, sólo digo que hay que esperar un poco más por lo menos hasta que estemos en los últimos años de la Universidad o en el medio de ella
Santi suspiró y unio y su frente contra la mía
-si lo sé, pero tengo miedo -de que? -de que te des cuenta que hay mejores para ti -eso nunca va a pasar, tu eres lo mejor para mi mucho más de lo que merezco creo que yo soy la poca cosa para ti -QUE? NO!
Santi agarró mi cara con ambas manos
-tu eres lo mejor que me ha pasado, desde que te desmayaste en mis brazos supe que serías mi perdición, no se por que pero me salió la necesidad de cuidarte de ver que siempre estuvieras bien, verte ahí dormida y verte hoy así como aquella vez me estaba matando no podía soportarlo por que me siento impotente por que no podía ayudarte a mejorar no sabía que hacer yo... yo... yo...
Santi estaba aumentando su presión en mi cintura, sus manos habían dejado mi rostro y habían tomado mi cintura, si hacía un poco más de fuerza me perdería fuego y no quiero quemarlo, puse mis manos en su cuello y lo acaricie para calmarlo
