Prólogo

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-Ya te dije Ritsu, la ciudad es peligrosa –Me dice mi padre mientras montamos las maletas en el auto.

-Todo el mundo es peligroso, ¿no esperas una vida perfecta solo por mudarte?

-Tenmetsu es más segura que Chicago.

-¿Según quién?

-NO!.... no continúes quejándote, la decisión está tomada. No me vas a decir que esta ciudad te trae recuerdos...

-¡Pasaron 8 meses papá joder! Ya tuvimos tiempo para llorar, es tiempo de... seguir adelante.

-Tu boca habla con seguridad pero tus ojos demuestran tristeza, sube al auto, iré a ver que no quede nada.

Pues... este soy yo supongo, Ritsu Ongaku, de mis 19 años de vida los primeros 8 los viví en Tenmetsu, una ciudad en Japón, grande, pero tradicional. Nos mudamos a Chicago antes de que yo cumpliera los 9, a según el trabajo de mi padre se lo exigía, no tenía nada aferrándome a Tenmetsu, solo mi mejor... no, lo siento, mejor no, mi única amiga Koni, bueno, a los 8 años no es que se es muy popular... ¿o sí? En mi caso no... recuerdo jugar con ella todas las tardes, apenas y hablábamos, ¿eso la convierte en mi amiga? No tengo idea y no me importa, jamás volvimos a hablar, seguro se mudó al igual que yo, o ni debe recordarse de mí, debo ser para ella ese tipo de personas que las recuerdas cuando tu madre te enseña fotos de cuando eran niños y dice cosas como "¡él era amigo tuyo! ¿Lo recuerdas? ¿No? No importa nadie lo hace" y joder... el viaje al aeropuerto no es muy largo así que dormiré un rato y en el avión les cuento más de mí.

Bien, ya va a despegar el avión, si, dormí bien por si tenías dudas, bien... ¿por qué nos mudamos? La respuesta es seca pero sencilla, mi madre murió... alguien la mató, la encontramos en el suelo de la sala, las manchas de sangre estaban en todos lados, nunca atraparon al psicópata. Supongo que nos fuimos por los recuerdos de la casa... digo, si mi padre se preocupara por mi seguridad no nos hubiésemos mudado 8 jodidos meses después del asesinato, siento que mi padre me oculta algo, pero que te puedo decir... así es la vida, y que coincidencia, en esta lista de reproducción antigua del avión tienen "That's Life" de Frank Sinatra, amo su música, a pesar de que soy japonés de nacimiento me crie con la cultura americana, igual hablo algo de mi idioma nativo soy algo inteligente, no lo dice nadie, no lo dicen mis profesores o mis familiares, soy inteligente según yo, punto. Ahora viene un viaje largo, debería dormir.

Luego de aterrizar y un pequeño viaje en coche llegamos a mi nueva casa, y por nuevo me refiero al mismo lugar donde vivíamos cuando era niño. La recuerdo más grande y... colorida, es de noche, tarde, el callejón está vacío y unas pocas luces lo iluminan, mi papá coloca dos camas de bambú en el piso.

-Hora de dormir –Me dice mientras se recuesta –Mañana podrás recorrer el lugar por la nostalgia y esas porquerías, luego desempacaremos.

-¡Genial! –Le digo en un tono sarcástico mientras me acuesto en la dura cama de bambú.

Pasa la noche, casi no dormí, pensando en... bueno en todo, dicen que nada nuevo es fácil, pero esto ya lo viví, creí que ya había superado esta parte de mi vida, pero aquí estoy, devuelta en la "gloriosa" Tenmetsu.

Mi padre hace el desayuno, ni tengo hambre, salgo a ver la ciudad y noto que está muy poblada, ¡HAY MUCHA GENTE! Caminando de un lado a otro... joder... me ponen nervioso, no es para tanto... solo camino y evito tocar a un desconocido, no se sabe que loco anda suelto por ahí.

Me llama la atención como muchos diarios hablan del incremento de la inseguridad en la ciudad, y de cómo muchas personas la han abandonado a causa de esto... ¡¿ES ENSERIO?! Si ahora está tan poblada no me quiero imaginar antes de la inseguridad... aunque eso no debería preocuparme, ¿por qué papá quiso volver aquí, si más bien la gente huye? Mejor espero aquí al tren bala, leí que estas cosas van rápido y... joder... cuando volteo la mirada, solo por curiosidad, está Koni, ahí... a unas cuatro personas a mi derecha de distancia, la reconocería donde sea, está muy cambiada, pero sé que es ella, mierda... de seguro ni me reconoce, debo ser un pequeño recuerdo en algún rincón de su cerebro... yo... me estoy poniendo nervioso... estoy... ¿sudando? No necesito esto... me voy a casa.

El Club de AsesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora