El hubiera no existe

Capítulo 10

-¿Ruth? -Hay por favor no tengo tiempo.

-Hey tu... ¿Jos?

¿Que hace aquí en la disquera? ¿Que hace en esta Cuidad?

-Hola Ruth, ¿no deberías estar en tu academia?

-Mm no, ¿tu no deberías de estar en Puebla?

-¿Porqué? Yo vivo aquí.

《¿Aquí? Pero...》

-Jos...

-Lo siento Ruth, me tengo que ir -dijo antes de darme un beso en la mejilla y desaparecer por un pasillo.

-¡Hey Ruth!

-¿Que pasó Rom?

-Yo creí que ya estabas en camino para hablar sobre tu academia.

-Estaba en eso -digo y camino a dónde esta la recepcionista-. Buenos días, ¿no sabría usted quien lleva acabo el proyecto de la sucursal de Puebla?

-Puede hablar con el presidente de arquitectura, ¿que desea hablar con el? -contestó amablemente.

-Vengo desde Puebla a hablar sobre el lugar en donde estará su nueva oficina -dije y ella checo el monitor de su computadora.

-¿Es usted Ruth Rodríguez? -sólo asentí extrañada-. En el séptimo piso, suerte -dijo por último para seguir con su trabajo.

-Gracias -dije por ultimo para girarme y ver a Rom-. ¿Vamos?

Asintió y camino a mi lado hasta llegar al ascensor. Entramos y apreté el botón con el numero 7.

-Sabes, hace mucho que no te veo. Te deseo toda la suerte del mundo para que cumplas tu objetivo... Aunque me quites parte de mi trabajo -dijo mientras soltaba una risita.

-Gracias Rom.

Se abrieron las puertas del ascensor indicando que habíamos llegado al piso indicado. Caminamos hasta una puerta en donde había una placa que decía "Gerardo Hernandez. Presidente de Arquitectura." Antes de tocar la puerta mire a Román.

-Es uno de mis superiores. No pienso entrar ahí -me sonrío-. Así que me voy -dijo por ultimo para después desaparecer por un corredor.

<<Maldito>>

Toque la puerta con mi puño con la esperanza de una respuesta.

-¡Pase! -se escucho desde dentro de la oficina.

Entre. Y había un señor con traje detrás de un gran escritorio.

-Buenos días -dije nerviosa. <<Oh no Ruth, tu puedes.>>

-¿Eres tu Ruth Rodriguez? -asentí-. Pasa, toma asiento -lo obedecí.

-¿Cómo sabe mi nombre?

-Se que vienes por lo de tu academia -respondió sonriente.

-Bueno... Yo...

-Yo no quiero cerrarla, pero esta localizada en una muy buena zona.

-Señor... Esa academia es lo único que tengo -dije suplicante.

-¿Tanto la quieres? -preguntó alzando una ceja. No respondí-. Te propongo un trato.

-No tengo dinero...

-Mentira. Ganas mucho con esa academia.

-Señor...

-Mira, déjame hablar primero, ¿si? -volví a asentir-. El departamento de producción me comento que hoy en día en las presentaciones de los artistas ademas de cantar; bailan, y aquí no hay muchos coreografos -me sonrió aquel señor <<Ya se por donde va>> -. No te quitare tu academia si trabajas aquí haciendo coreografías. Te pagaremos muy bien.

-Señor amo a mi academia. Si vengo a trabajar aquí estaría muy lejos de ella.

-Puedes contratar a alguien para que ocupe tu lugar en la academia.

-Trabaje duro para mantener esta academia bien. Deje mis estudios, no pienso dejar de trabajar ahí -dije por ultimo antes de marcharme de ese lugar.

Baje por el ascensor y salí de aquel edificio. Me senté en una banca que estaba cerca y me eche a llorar; llore como nunca antes había llorado. Me sentía devastada. Esa academia es lo único que tengo, ese lugar me da un techo y una comida.

-¿Ruth?¿Que te dijo ese señor? -preguntó mientras se sentaba a mi lado.

-Quiere que trabaje aquí. Haciendo coreografías -dije mientras me quitaba una lágrima que se escapó como muchas otras-. No quiero alejarme de la academia Rom.

Se quedó callado; no hizo ningún sonido. Solo se escuchaban unos cuantos gemidos saliendo de mi.
Rom sólo me abrazo.

-Vamos pequeña -dijo Rom y me cogió de la mano para después guiarme al coche.

*
Llevo 3 días  en la Cuidad de México. 

Cuando Rom y yo llegamos al departamento después de ir a la disquera; lo primero que hice fue tumbarme al sillón mientras contempla el techo. Rom me había avisado que saldría un momento; cuando volvió tenia en sus manos un litro de helado. 

-Oye Ruth, no es por mandarte la indirecta de que no haces nada, pero ¿ya no lucharas? -preguntó Rom entrando a la pequeña cocina en donde me encontraba.

-Rom... Ya hice lo que pude...

-¡Mentira! No haz jugado bien. No haz hecho todo lo que puedes.

-¿A que te refieres? -pregunte confundida.

-Hay Ruth. El señor con el que hablaste dejara a tu academia en paz si trabajas para Sony, y no es cualquier empresa eh.

-Si acepto ese trabajo,¿quien se encargara de la academia?

-Contratas a alguien -yo solo rodé los ojos-. Mira Ruth con el dinero que ganes puedes abrir otra academia y así tener 2 sucursales.

-Rom...

-Solo piénsalo. Te quedan 2 días para salvar tu academia.

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