♧Capítulo 2♧

27 3 0
                                    

Mis padres...

Los extraño tanto. Odio mi vida desde que los perdí. Desde que vivo aquí todo ha sido un fracaso. Y no lo digo porque sea una adolescente dramática, sino porque así es.

Tía Sam es un amor de persona, siempre atenta y cariñosa, es como mi madre, pero tío Jhon... él es... diferente. Sólo pienso en él y siento la bilis subir a mi garganta. Me da repulsión y miedo al mismo tiempo. Aunque todos sabemos que tiene un problema, nadie se atreve a hacer algo.

Él nunca ha tocado a la tía Sam, -o eso creo- pero a mí... cada vez que pasa algo desagradable en su vida, yo soy la culpable. Yo tengo la culpa de todas sus desgracias, porque, según él, le arruiné la vida.

Aunque no le he dicho formalmente a tía Sam sobre las agresiones de mi tío hacia mí, estoy casi segura de que ella lo sabe. Tal vez sólo es demasiado cobarde como para enfrentar al tío Jhon.

Es mi tía, y no tiene ninguna obligación de cuidarme, sin embargo, lo hace, por lo que no puedo culparla.

Vivo con mis tíos desde el accidente. Así lo llamamos, pero sé que no fue un accidente.

Cuando tenía 7 años, la casa donde vivía con mis padres se incendió mientras yo estaba en la escuela. Cuando regresé en el autobús escolar, había todo un desastre fuera de mi casa. Bomberos, policías, reporteros y los tíos Smith.

Yo estaba muy confundida, pero tía Sam se encargó de explicarme todo lo sucedido de manera delicada, con palabras simples, para que yo la comprendiera.

Sólo que no era tan estúpida como creían.

Tía Sam dijo que fue un accidente provocado por una fuga de gas en la cocina, pero a mis espaldas podía escuchar a dos policías discutir sobre si había sido un asesinato o no. Nunca lo supe. Nunca supe nada más de mis padres. Ni siquiera hubo un funeral digno, ya que mis tíos y yo éramos su única familia y tío Jhon no creyó que fuera necesario.

Después de eso, me cambié de escuela y me mudé con mis tíos.

Los abusos por parte de tío Jhon comenzaron dos años después, cuando tuvo una pelea con tía Sam y ella amenazó con divorciarse. Él no soportaba la idea y se puso ebrio hasta las narices.

Tiempo después se reconciliaron, pero a tío Jhon se le hizo vicio tomar en un bar con sus compañeros de trabajo. Todos los días.

Al inicio no eran golpes muy duros y, en casi todas las ocasiones, eran únicamente cuando los merecía. Poco a poco se convirtió en una costumbre y ahora es... pues... lo que es.

Desde el accidente mis calificaciones comenzaron a bajar. Mis ánimos también. Mis ganas de vivir. Mis relaciones con los demás... todo se fue al caño.

Y como si mi "depresión" no fuera suficiente, tío Jhon se encargaba constantemente de hacerme sentir fea, estúpida, inútil y gorda. Yo comía lo mismo que cualquier otra niña, pero para tío Jhon era como si me comiera un caballo.

Por esta razón, por un tiempo tuve problemas de bulimia, cuando tenía 14 años, y desde que una amiga me descubrió vomitando en un baño de la escuela, nada fue lo mismo. Todos me trataban diferente, como si hubiera asesinado a alguien, tanto, que prefería estar sola que con cualquiera de ellos.

Con el tiempo superé la bulimia, pero sigo siendo poco sociable. Aprendí a estar sola. Actualmente no tengo ningún amigo, aunque ese es el menor de mis problemas.

Second Chance《H. S.》[Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora