Second Chance《H. S.》[Editando]

♧Capítulo 6♧

—¡Por favor, Nickole! ¡No hagas esto más grande de lo que es!

—¡Ni siquiera me hables, Styles!— grito furiosa mientras camino a paso firme por la oscura calle, decidida a volver a mi casa.

Escucho los pasos de Harry detrás de mí, pero no me detengo. ¿Qué le sucede? ¿cree que puede hacer conmigo lo que se le dé la gana? Yo no soy una de sus muchas conquistas. No soy ni seré nunca tan fácil como con las que él acostumbra salir. No soy un juguete.

Aunque te encantó...

Elimino ese incoherente pensamiento de mi sistema casi en cuanto llega y trato de fingir que nunca tuvo el descaro de pasarse por mi mente.

—¡Para ya, Nick!— siento que me toman por el brazo, y al dirigir mi mirada hacia éste, veo una mano grande y fría, debido al clima gélido que se encuentra instalado en la ciudad esta noche.

Vuelco mi atención al descarado de los rizos y aparto mi brazo bruscamente.

—¿Qué intentas?— espeto con menos cortesía de la que pretendo.

Su mirada es intensa y profunda, pero con un toque pícaro y juguetón en ella. Esboza una media sonrisa, sacándome de balance, y ese maldito hoyuelo se forma en su mejilla.

—Sólo trataba de que el calvito no sospechara nada...

Miente.

¿Qué le sucede? Nunca había visto esa mirada en él. Esa postura. El nerviosismo que irradia. Este no es el Harry que conozco, definitivamente.

—Seré ingenua, pero no estúpida— arqueo una ceja y noto como se tensa su mandíbula— ¿por qué mientes?

—No miento— . Afirma, y el nerviosismo previo parece haber sido atropellado por la seguridad que ahora lo envuelve.

¿Cómo puede alguien ser tan bipolar?

Decido no continuar con la conversación, ya que sé que no me llevará a ningún lado, me doy la vuelta y continúo caminando hacia mi casa.

Escucho una maldición que no logro entender del todo provenir de la boca de Harry, y luego siento sus pasos firmes hacia mí.

—Al menos deja que te lleve— pronuncia un poco... ¿avergonzado?

—Estoy bien.

Continúo caminando con él junto a mí. Nadie pronuncia palabra alguna y el silencio que se abre paso entre los dos es un martirio. Es casi sepulcral. Se siente cargado de tensión.

Hace un rato ya que pasamos de largo el auto de Harry, pero él sigue junto a mí. No entiendo por qué hace lo que hace. No entiendo por qué hizo lo que hizo. No entiendo por qué dijo lo que dijo. No entiendo nada de un hombre al que creía conocer muy bien.

Hace algunas horas, nunca habría imaginado esta situación. Esta confusión. Creía que Harry era un chico simple, siempre se reía de cualquier tontería y era un completo inmaduro, pero ahora es distinto.

El joven que camina junto a mí, es distinto hasta en su forma de vestir del joven que trabaja conmigo. Camina callado y un poco cabizbajo cuando antes no podía cerrar la boca por más de dos minutos.

—Lo siento...

Su voz gruesa me saca de mis cavilaciones y dirijo mi mirada hacia él un poco confundida.

—Ya no importa, Harry. Déjalo así.

—A ti te importa, y de verdad lo siento, te juro que no había dobles intenciones—. Su mirada está llena de súplica, pero su postura es relajada y lleva las manos en los bolsillos.