Y tu quien eres?

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Me sobresalté al escuchar por el megáfono del avión que ya faltaba poco para llegar a mi destino. Todo el viaje estuve durmiendo y escuchando música.
5 minutos después ya había bajado del avión y buscaba con la mirada a mi padre.
Lo vi ahí con un cartel que decía Camila, mi niña, me reí, y mis ojos se empezaron aguar de la felicidad que me producía este hombre, mi papa.
- Mi niña, como anda mi hermosa niña? Tanto tiempo- me dijo con una sonrisa y las lágrimas resbalándose por su mejilla, con principios de barba.
- Papaaa- corrí hasta el y nos abrazamos por unos largos segundos, lo extrañaba tanto, le echaba de menos.
Hablamos todo el viaje de regreso a casa, me contó todo lo que estuvo haciendo estos años, y me dijo que tenía un hermano de 2 años, y se había casado nuevamente con una chica de 29 años, me contó que es hermosa, buena y comprensiva. Por mi parte estaba impresionada, ya que había re hecho su vida, a comparación de mi mama, que no se había casado, ni me presento a nadie, aunque yo sé que tiene a un novio por ahí.
Llegamos a la casa, de mi papa y era hermosa, perfecta, tenía un amplio jardín, con pileta, un cachorro labrador, y un conejo.
Cuando entre, vi a mi hermano jugando con sus juguetes, Lautaro, me miró y sonrió, se levanto y me abrazo, yo lloraba y el balbuceaba, ya que todavía no sabía hablar, pero lo intentaba.
De repente la vi, una mujer joven de cabello rubio, y ojos verdes claros, una sonrisa radiante tenía, me miró y dijo.
- Hola Cami, yo soy Ana, cualquier cosa que necesites, siempre voy a estar acá, a tu disposición, si? - se presentó la esposa de mi padre.
Le sonreí, y un nudo se me formó en la garganta, quería llorar y llorar, pero ya era grande y tenía que confrontar los problemas.
- Mucho gusto Ana, gracias por la bienvenida.
- Bueno, bueno ahora que ya estamos todos quiero decirles que hoy vamos a cenar a Prince, ya que es para darle la bienvenida a mi princesa, que dicen?
Prince era el lugar más caro de Sidney para comer había de todo, toda la comida que querías estaba ahí, eso sí , los precios eran caros, y era para gente de clase alta.
Yo sonreí y asentí. Ana de puso muy contenta y Lauti también.
Pero mi cabeza no dejaba de pensar en Thomas, así que me duche y le dije a papá que iba a pasear un rato. No le pregunte por el, porque sabía que mi papa, mucho no iba, a saber, ya que me dijo que unas veces lo vio, pero que ya no lo saludaba constantemente como lo hacía antes, eso me extraño mucho.
Camine dos cuadras y llegue a la mansión Thomas, si mansión, su familia tenía mucho dinero, ya que su papá tenía una empresa de autos, y obviamente fortuna ganaba.
Toque timbre y espere pacientemente.
Una chica rubia hermosa me abrió.
- Hola y tú quién eres? - me miró de arriba a abajo, y con una cara de asco. Yo hice lo mismo, al ver que estaba con una camiseta grande y en tanga.
- Yo pregunto lo mismo, rubita, tú quien coño eres? . Le respondí lo más borde que pude. Me sonrió con prepotencia y abrió la boca para hablar, pero apareció Thomas, con unos calzoncillos de Calvin Klein.
Yo lo miré boquiabierta, Dios mío está para el infarto me dije, pero no , es mi mejor amigo o era, no tengo que pensar de esa manera. Me miró, sus ojos reflejaban sorpresa, su pelo estaba revuelto, y su cara era un poema. Trataba de hablar pero no le salían las palabras, me miró de arriba a abajo y sonrío.
- Cam... Camila, oh. Por . Dios , no lo puedo creer pequeña eres tú- una lagrima resbaló por su mejilla, y corrió a darme un abrazo. Me aferre a sus hombros anchos, bien trabajados, sus músculos se tensaban a mi tacto, y yo solo sonreía y lloraba como estupida, diciendo cosas incoherentes.
La rubita agarro sus cosas y se fue, no sin antes decir;
- Llamame cuando quieras otro polvo, Thomi- y se fue guiñándole un ojo, yo estaba que largaba chispas, pero ahora eso no importaba, lo que importaba era este hombre, si completamente un hombre, con esos ojos mieles y esa sonrisa blanca que tanto me gustaba, para ya decía mi conciencia, basta! Es tu amigo!
Hablamos por un largo rato y me contó de su vida, pero lo que más me sorprendió, es que creo que ya no era Thomas, mi Thomas.
- Pequeña, debo decirte, que has cambiado mucho, cuantos tíos mueren por ti?, y vaya que has crecido- me miró los pechos, y después mi cara.
- Vaya pues, tú no estás nada mal, Thom, que pasó, con el flacucho Thomas- reímos los dos.
- Ya no está más el escopeta Thomas, ya no, ya me canse de ser la burla de todos, ese chico, ya no existe más, te lo aseguro, pequeña- me guiñó un ojo, y yo sentía que mi mundo se desmoronaba, pero después pensé, la gente no cambia de un día para otro, físicamente puede ser pero después?
Sonreí y lo miré, nos miramos unos largos segundos que para mi se hicieron eternos, y se acercó peligrosamente, a mi rostro , su aliento cálido chocaba con el mío, miró mis labios y sonrío.
- Pequeña, pequeña, te he echado de menos, nena- acaricio mi mejilla sonrojada, el aire me faltaba, estaba a 1 cm de mi rostro, todo pasó tan rápido que no me di cuenta...

Volví para quedarme... Capítulo nuevoo, voten y comenten.
By agus.
Saludos.

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⏰ Última actualización: Feb 09, 2016 ⏰

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