Anatomía

Ojos

Cada media hora pretendía no leer para que así pudiera levantar la vista y me vieras los ojos, el libro me lo sabía de memoria y me sentía perdida entre las palabras grabadas en mi cabeza y esa presencia tuya que ahoga, pero quería que me vieras los ojos para que tal vez así te enamoraras y no tiene mucho sentido pero es que no tenía esperanza ni cordura. Recuerdo que son cafés oscuros, tan oscuros como mis secretos y los de él, recuerdo que tiene pestañas largas, pestañas que me gustaba ver cuando cerraba los ojos al besarme, recuerdo que una vez sentí que me decían que me quería pero hasta las pupilas mienten, son tan cafés como la tierra en el cementerio donde estan enterrados sus amigos y parte de él.
Todavía espero que regreses y me pidas perdón por cada pecado que comestiste en mi nombre, todavía espero que tus ojos me vean para simplemente verme y deleitarte no para mentirme. Tu mirada no decía nada, estaba más que todo vacía, pero de vez en vez como que el alma te volvía la cuerpo y tus ojos tenían una pizca de luz, era minúscula y creo que se perdió por completo el día que dejaste de sentir algo por alguien que no fueran tus cigarros, pistolas, y cerveza que de vez en cuando te debe nublar la mente y te debe hacer recordarme, apuesto que ese perfume de mi cuello de día en día te llega a la nariz en una brisa como un espejismo a ciegas; y es que el dolor que sentí te va a robar cada luz que trate de iluminarte los ojos. Cada una de las lágrimas que derramé en tu nombre van a nublarte la vista y tus ojos te tracionaran al ver a otras chicas porque mi silueta se reflejará en sus sombras. Cada tarde de sol y cada noche de balazos y cervezas solo te existiran para perderte más porque ya no ves ni tu propia sombra. Muchacho de mirada muerta, muchacho de ojos oscuros, ya no hay rumbo para tu alma ni amor en la mía para vos.