Owari no Seraph LN 2

Prólogo «El amor de una sirvienta»

Narra Sayuri

¿Cuándo me di cuenta de que estaba enamorada?

Enamorada de alguien más allá de mi posición social.
Nací en el clan Hanayori. El maestro Guren nació en el clan principal
Mi familia ha jurado sus vidas para protegerlo.

Nací como una sirvienta.

No tenía derecho a enamorarne de alguien como el maestro Guren.
Pero aún así...

Aún recuerdo ese día, diez años atrás.
El día en que todo ocurrió.

"¿Maestro Guren? ¿Está bien?"
Quizá hablé demasiado suave, el maestro Guren no parecía escuharme.

El estaba tumbado en una de las habitaciones del recinto del clan Ichinose. Pude escucharlo gimiendo, dolorosamente en el otro lado de la puerta corredisa de papel.

Mi padre me contó que un grupo de adultos del clan Hiiragi lo habían golpeado. Muchos de sus huesos estaban rotos y su rostro estaba cubierto de moretones. Tenía fiebre alta.

Como seguidores leales del clan Ichinose, los miembros del clan Hanayori habían sido invocados inmediatamente. Los adultos estaban ocupados aún discutiendo como podían prevenir algo como eso de suceder en el futuro.

Luego estaba yo.

Estaba siendo entrenada como una de las guardaespaldas personales del maestro Guren. Fui ordenada a permanecer a su lado mientras los adultos hablaban.

Pero sólo tenía cinco años.

Realmente no entendía sobre de qué estaban hablando los adultos.
Y era demasiado joven como para sentir lealtad real hacia el maestro Guren.

Pero mis padres me habían perforado en la cabeza que la única razón por la cual nací era para servir al clan Ichinose.
Había figurado de que todo esto era parte de lo que ellos esperaban de mí.

Estaba sentada afuera de la habitación del maestro Guren, porque eso era lo que me habían dicho que hiciera.

El maestro Guren sólo era un niño, también. Cuando lo escuché gemir de dolor al otro lado de la puerta corredisa, me sentí mal por el, pero no estaba enojada de que alguien hubiera lastimado a mi maestro.

Era sólo mi trabajo.

Mi misión, dada por mis padres hacia mí. Proteger.

Traté de llamarlo de nuevo.

"... ¿Maestro Guren? ¿Está adolorido?"

Antes de que terminará de hablar, escuché un ruido sordo proveniente del interior de la habitación. Sonaba como si alguien estuviera siendo golpeado.

El ruido me sorprendió, pero reaccioné inmediatamente. Estaba preocupada de que algo le hubiera ocurrido al maestro.
Salté y extendí mis manos para abrir la puerta corredisa.

Mi entrenamiento diario había sido tan exhaustivo que incluso pensé que no sentía lealtad real hacía el aún, mi primer instinto era protegerlo, mi cuerpo parecía moverse a su propia voluntad.

Puse la mano en la puerta y la abrí.
Una rendija.

Escuché un sonido sordo de nuevo. Pero esta vez pude ver lo que provocaba ese sonido. Observé a través de la puerta plateada.