Ellos

Eso

Todo empezó con un susurro.

Estaba en la ducha mientras mi celular reproducía una de mis canciones favoritas.
Estaba solo debido a que mis papás habían salido a comprar y no iban a volver hasta dentro de un rato.
De pronto se oyó una especie de conversación a la cual no le di importancia. Debían ser los vecinos.

Ya había terminado de bañarme y mis padres aun no volvían.

Aproveché para tocar un poco el piano. Despues de todo no molestaría a nadie.
Un rato despues creí oír que alguien abría la puerta.
Otra vez una conversación.
Dejé de tocar y me acerqué para saludar, pero no había nadie.

Así siguió por varios días. Susurros en la ducha, conversaciones cuando no hay nadie, ruidos y cosas inexplicables... A pesar de eso me negaba a creer que era algo que escapa a lo racional.

Una noche mis padres habían salido y yo, como de costumbre, me quedé hasta tarde viendo peliculas en internet.

No pude siquiera imaginar que pasaria lo que pasó.

Ya cansado, me dirigía a mi habitación. No podía ver por culpa de la obscuridad que cubría gran parte del departamento.
Por culpa de la casi total obscuridad, no podia evitar chocarme contra los muebles. Era muy dificil llegar hasta mi habitacion de esa forma, pero no habia otra manera. Si prendia las luces, despues tendria que hacer el todo el camino otra vez para apagarlas.
De reojo pude ver lo que parecía una sombra.
Pensé que era ni padre haciendome una broma. No podía dejar que se saliera con la suya, asi que decidí seguirlo.
Cada paso que daba parecía llevarme más adentro de aquella penumbra.
No había ni un sólo ruido. Sólo una conversación de fondo la cual casi no se oía.

Mi cerebro gritaba que saliera de allí, que ya no era seguro.

De pronto todo se calmó. Aún en penumbra, pero sin ningún sonido.
Por un segundo sentí como si alguien posara su mano en mi hombro y susurrara algo a mi oído.

Ese fue el límite.

Corrí tan rápido como pude hacia mi cuarto y me envolví con la frazada rogando que lo que me acosaba se fuera.

Un rato después oí como se abría la puerta. Las luces de la entrada se prendieron y las voces de mis padres llenaron el vacío.
A pesar de la calma que mis padres me contagiaron yo seguía aterrado. Pensaba una y otra vez en aquellas palabras que crei escuchar.
"La proxima vez será mas divertido"