CAPITULO 2

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A la mañana siguiente...

Me levanto y comienzo con mi rutina habitual, me ducho y me puse un jean negro con un jersey blanco y mis converse blancas favoritas.

Me maquille excasamente ya que apenas me gusta el maquillaje, y me hice una coleta alta.

Baje a desayunar una tostada con mermelada de fresa, mi pasión, me preparé un colacao, en 5 minutos ya estaba lista.

Cogi mi mochila y fui hacia el instituto, caminé durante 10 minutos y alli me encontraba, con miedo entré y como desde hace tiempo llevo acostumbrada, comenzaron los insultos, no lo comprendía ¿que narices les he hecho yo para merecer esto?

Entré a clase y a primera hora química, que asco, no me gusta la asignatura, y mucho menos la profesora, o mas conocida como "La Prisci", es inaguantable.

-Abrid el libro por la página 78- ¿En serio? Acaba de entrar y ni un minuto.

-Antes de nada debo anunciaros la llegada de un nuevo alumno, Héctor pasa.-

De repente entró por la puerta un chico muy mono.

-¡Joder! ¡Qué bueno está!- Gritó Paula

- Ya esta la perra en celo...- susurré cosa que ella oyó.

-Al menos a mi mi novio no me abandona- me dijo con su chirriante voz.

-¡ Basta ! Héctor siéntese al lado de la señorita Alba.- Dijo la Prisci.

Comenzaron las clases todas muy aburridas, hasta que llegó la hora del recreo.

Salí a fuera y como tengo tanta suerte me cruze con Bea y Paula y con Harry y sus secuaces.

-¡Que suerte tienes zorra! ¡te han puesto al tio bueno a tu lado!- Dijo Bea.

-¿ Que pasa? ¿ya llegó tu hora de ligar? ¿tan rápido olvidas a tu chico?- Gritó Paula

-¿ Queréis dejarla en paz?- Dijo alguien a mis espaldas.

-¿que pasa que ya caiste en sus garras? Eres un fácil- Dijo Harry, en ese momento descubrí que era Héctor.

-No lo que pasa es que sois tan gilipollas que no teneis mas que hacer que insultar a alguien que no os lo hecho nada.-Dijo Héctor.

- Ahora paso de perder el tiempo con personas como vosotros-Añadió Héctor.

- ¡Eh Héctor! ¡Espera!- Salí corriendo detrás de el.

-¿Que quieres?- Me dijo cuando estaba a su lado.

-¿Por que me defendiste?-

- Porque te veia en problemas nada mas, además no aguanto que unos falsos como ellos se metan con personas sin más.

- Muchas gracias Héctor- le dije, y de un impulso le abrazé.

-De nada Alba, de nada- Dijo aceptando mi abrazo.

-¿tienes ya algún amigo aqui?- pregunte curiosa.

- No, tan solo a mi hermano, Adrián, está en la otra clase. Pero oye, tu y yo podemos ser amigos ¿verdad?- pregunto el.

- Claro que si Héctor.- le dije obvia.

Pasaron el resto de clases, no hubo ningún insulto más, gracias a Héctor.

Al ir hacia mi casa me enteré de que Héctor vivía al otro lado de la calle, le di mi numero de teléfono y quedamos en que saldríamos esta tarde.

También me enteré de que mis vecinos se habían mudado por lo que en un tiempo tendré nuevos vecinos.

Al entrar en casa, subí a mi habitación y cogí mi diario.

Día 66 sin ti:

Hoy conocí a un chico muy simpático que me defendio, se llama Héctor, por fin no estoy sola, aunque te heche de menos, alguien va a estar protegiendome y sera mi amigo solo amigo, porque solo hay un hueco en mi corazón, y siempre será ocupado por ti.

" Te fuiste, pero jamás te dejaré de amar."

75 dias y alguno más sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora