Unexpected; Shawmila

11

Decidí tomar unas vacaciones con Skylar para despejarnos. Había pasado ya un año desde que terminé con Shawn. Él viene a buscar a Sky y se van la semana entera, algunas veces. Ahora decidimos venir a Oahu, Hawaii. Vinimos por dos semanas.

—¿Vamos a la playa, mami?
—Sí quieres, claro.
—Entonces... ¡Andando!

—¡Mami, vamos a la orilla!

Había una señora de unos cuarenta años al lado mío que tambien traía a su familia. Le pedí que nos cuidara las cosas cinco minutos, las cuales no eran muchas ni muy importantes, pero la traíamos igualmente. Nos asintió con una sonrisa. Le agradecí y fuimos hasta la orilla.

—Sky, debes tener cuidado con las medusas. No sé si aquí hay...
—¡Claro!

Luego de un rato nos devolvimos y sequé a Skylar con su toalla de una serie de televisión que le encantaba ver por las tardes. Él comenzó a jugar con arena, y yo aproveché de broncearme aunque fuese algo.

—Hola.

Me di vuelta algo asustada y vi a Shawn de cuclillas mirándome.

—¡Papi!
—Campeón, te extrañé.
—Llevamos recién una semana aquí.—dije algo fastidiada por su presencia.

Estas vacaciones las pensé para claramente no verle la cara a Shawn ni acordarme de él. Pero por su culpa ahora no podré.

—Hola, Mila.

Miraba fijamente mi cuerpo. Dios... Más encima le doy la oportunidad de verme en un bikini.

Eres una tonta Camila. Lo sé, consciencia, lo sé.

—Hola—dije molesta. Se acercó y me dio un beso en la mejilla.
—¿Puedo llevar a Sky a la orilla?

De sacó la remera que llevaba. Dios, que bueno está...

Primero tu misma te quejas de que te está mirando mientras estás en traje de baño y ahora dices que está bueno. Dios Camila, que voy a hacer contigo... Shhh. Eres mi subconsciente me debes apoyar.

—¿Camila...?

Me sonrojé al ver su mirada pícara en mi dirección. Este hombre me quiere matar. Pero debido a su pregunta anterior, asentí. Por lo menos mi bebé aprovecharía de estar con su padre. Luego de unos minutos, lo llamé para avisarle que volvería al hotel. Me dijo que llevaría a Skylar. Le agradecí para después darle el número de habitación. Y Justo cuando creí que no sería tan descarado, palmeó mi trasero. Luego de reclamar, me fui hasta el hotel. Una vez llegué, tomé una ducha para sacarme la arena restante en mi cuerpo. Me vestí y sin siquiera darme cuenta, caí dormida. Desperté por unos golpes en la puerta. Me levanté y abrí. Vi a Shawn con Skylar durmiendo en su hombro.

—¿Dónde lo acuesto?
—Por aquí... Gracias.

Lo depositó suavemente que ni siquiera se dio cuenta. Shawn procedió a voltearse y coger una de mis manos. Es que estaba loco

—¿Quieres ir por un trago?
—No puedo dejar a Skylar solo, Shawn. Además, ¿qué te hace pensar que querré hacer...?
—No te preocupes, está dormido. No despertará.
—Está bien, pero pobre de ti que tardemos. Solo acepto ya que después de tener que soportarte no me vendría mal un poco de alcohol.

Sin siquiera ver la hora, se nos hacen las dos de la mañana. Hemos estado al menos cuatro horas aquí. No sentía ni la lengua, ni mis dientes. Me tambaleaba y no tenía equilibrio. Estaba muy borracha.

—Vamos, te llevo a la habitación.
—¡Claro, Shawnie!

—¿Ya llegamos?

Miré el número de la puerta con mucha dificultad y aparecía ciento veintiséis. Fruncí el ceño y Shawn me acorraló contra la puerta besándome. Le correspondí, ni idea de porque. Sentí que abrió la puerta. Me apoyó en la cama y dejó caer su peso en mí.

Desperté de la nada.

—¡AHHH!

No pude hacer nada más que gritar al ver dónde, como y con quién me encontraba. Me levanté rápidamente. Me vestí y noté que Shawn hacía lo mismo. Se ha despertado por mi grito. Corrí hacia mi habitación y escuché que él me seguía. Abrí exasperada la puerta.

—¿SKYLAR?

No hay respuesta, su cama no está tendida ni su peluche tampoco está.

—¡SKYLAR! ¡ESTO ES TU CULPA, SHAWN!

Mi hijo no estaba. Tuve sexo con Shawn. Pero lo más importante y preocupante es que mi pequeño bebé se había ido. Se ha perdido en un hotel gigante. Se ha perdido en Hawaii.

¡Buen trabajo, Camila! Esto es... Perfecto. Lo siento, pequeñín.

Editado 09/12/2020.