Dame Una Oportunidad

La Peor Noche.

Me retorcía, cada vez me sentía peor, sentía como la sangre subía a mi cabeza y cada vez faltaba más y más el aire, aquella zorra desgraciada me, estaba asfixiando, nunca había golpeado a una mujer, pero esta vez era distinto era yo o esta desgraciada.

Con mis manos jale lo más fuertemente que pude de su brazo que ya hacia estrangulando mi cuello, faltaba poco para que caiga inconsciente. *Qué demonios quería de mi.*

Saque fuerzas de donde no se no preguntes, la pude tumbar tirarla en el suelo y salte lo más rápido que pude sobre ella, la ataje de las muñecas, veía como se retorcía, recién esa chica que estaba por cogérmela, ahora por algún motivo quería matarme, forcejeaba como podía para soltarse de mí, hábilmente logro rodear sus piernas por mi estómago con gran audacia tal gimnasta olímpica, me tiro al suelo con las piernas.

Ahora todo tenía sentido el escultural cuerpo que tenía esta chica era por algo, quien diría que era toda una luchadora. Mi cabeza ya hacía en el suelo, estaba con un dolor inmenso, en la parte posterior de mi cabeza *maldita sea justo tenía que tener piso de parque*.

Esta chica que ya dudaba que se llamase Carla me soltó y rodo hacia su vestido él tome del tobillo pero muy tarde, lo alcanzo. *lo tenía escondido la muy zorra*.

Me gustan los cuchillos pero no los que vienen por mí *está de más decir que los odio quien sabe porque*. Corto mi brazo, dios que dolor carajo.

*Puta esto dolerá mañana*, otro rose del cuchillo y cruzo cerca de mi rostro, escape por suerte de esa la volví a tomar de las muñecas mientras la muy perra, seguía intentando matarme, de repente le propino un cabezazo suelta el cuchillo y se tapa el rostro.

La empujo lo más fuerte que pude contra la pared, y es noqueada por el fuerte golpe que se dio contra la pared.

Me salve, pero que demonios pasa aquí. Tengo el corazón por salir de mi pecho, nunca estuve tan agitado, temeroso de mi vida, pero a la vez tan lleno de vida, tan lleno de adrenalina.

Ahora a lo que importa quién es esta supuesta Carla, que quería hacer con migo.

Me levanto un poco mareado y adolorido, recuerdo que tenía un par de esposas en uno de los cajones de mi gran armario, *una habitación grande llena de camisas, zapatos, pantalones, corbatas y muchas cosas mas.* las tomo del pequeño cajón que estaba en el centro.

Cae una gota de sangre de mi rostro sobre mi corbata blanca, *genial se arruino* me veo en el espejo tenía una gran cortadura en la mejilla derecha.

*Qué más da* bueno las tomo y voy a mi huésped indeseable, pongo una por su brazo y otra por mi cama, *Dios esas tetas por lo menos debería taparlas*.

Mejor llamo a alguien, nosé quien será esta chica inconsciente que ya hace esposada a mi cama.
-Llamada-

- Hola...

- Sí, Demonio Tú... qué diablos haces llamando a esta hora ten respeto por los que dormimos aunque sea una hora, no como tu maldito vampiro.

- Cálmate Zero, vamos que tengo una chica que ya hace inconsciente y esposada a mi cama.

- Oh por Dios...! Solo llamas a presumir vete a la mierda...

- No espera... no cuelgues.

- Enserio... adiós.

-Me quiso matar, necesito saber quién es.

- ¿Qué una chica quiso matarte?

- Si vamos te paso una foto y me dices quien es.

- Bien pero me debes más por interrumpir mi sueño, vampiro.

- Está bien... llámame cuando tengas algo sobre esta perra.

-Whatsapp-

Zero.

Hey es ella.

---Foto---

Demonios esta rica la desgraciada.

Déjame ver esas tetas.

Eres imbécil zero.

Haz tu trabajo.

Demonios déjeme ser feliz.

Vampiro

.I.