"Donde te encuentras, pequeña niña estúpida?"
-No hubo respuesta. "Vamos, sal, no te haré daño..."
-Tampoco hubo respuesta
"She's here..."
La asesina se asomó debajo de la cama donde la niña se escondía. Sus ojos negros brillaban con la luz de la luna. Esa mujer daba miedo: tenía perforaciones, una herida que no dejaba de sangrar rodeada de carne muerta y una sonrisa de punta a punta... Esa era Lilith.
"She is watching you"
Tomó del brazo a la pequeña y la ultima por matar pues ya había acabado de asesinar a sus padres y a su gran perro de raza Rottweiler. La niña rogaba que no acabasen con su vida, pero con un asesino en frente es inútil toda clase de intentos por salvar su vida. Lilith enterró su cuchillo en el pecho de la niña una y otra vez. La sangre recorría todo su cuerpo, desbordando como una catarata... el suelo
era su río. Soltó el cadáver de la pequeña y lo pisó, repitiendo una y otra vez su frase, esa típica frase con la que cada asesino se identifica. Al escuchar el ruido de las sirenas de policía Ella junto a sus voces decidieron salir por la puerta trasera del lugar... Una vez más, Lilith se había salido con la suya.
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Origen:
Todo comienza en la casa de los Tyler, una familia de clase "media" donde vivía la pequeña Lilith; niña de pocos años de edad con un fuerte carácter: le respondía a los mayores, decía malas palabras, etc.
La pequeña tenía amigos imaginarios "ellos están aquí" decía todo el tiempo con una pequeña sonrisa inocente mientras te observaba con sus hermosos ojos celestes que brillaban exageradamente con el reflejo del sol.
Una noche alrededor de las 3AM, Lilith se despertó de un golpe. Una puntada en el pecho le había interrumpido su sueño. Miró a su alrededor, lo único que vio fue la puerta entreabriéndose y una sombra salir por aquella. El dolor de su pecho aumentaba, tocó por arriba de la zona adolorida y al ver su mano se llevó una gran sorpresa... Estaba cubierta de sangre. Lilith intentó gritar pero algo dentro de ella no la dejaba. La sangre se derramaba por todo el pecho y sabanas, la niña comenzó a sentirse más débil, mas cansada, más... Muerta.
Despertó en su cama, la puerta estaba cerrada y la habitación estaba a oscuras. Todo había sido un sueño, un maldito sueño que parecía muy real... Pero en el momento en el cual observó al techo dos ojos gigantes de color bordó la estaban observando, la silueta de una mujer cayó encima de la pequeña. Lilith comenzó a gritar, la silueta se acercó a la luz. Era una mujer exageradamente flaca, tez blanquecina y no llevaba ninguna clase de ropa, no tenia ojos y de sus cuencas brotaba sangre... Verla a la luz de la luna daba mucho miedo, y más a una niña de poca edad. Lilith comenzó a gritar y a patalear, la desconocida iba acercándose lentamente a ella mientras giraba su cabeza a 360 grados y reía de una manera "turbia", por así llamarlo. El padre de Lilith llegó corriendo al cuarto y vio a su pequeña mirando a un punto fijo mientras gritaba.
-Lilith! ¿Estás bien? ¿Qué es lo que miras?
-A... A... Ella... ¡Ella va a atacarme!
-Lilith, ahí no hay nadie
-Sus garras filosas, sus dientes afilados... Ella va a matarme!
Su padre se acercó a ella y la abrazó fuerte
"Nadie va a atacarte, cariño. Yo estoy aquí para cuidarte"
Cuando Lilith se quedó dormida, su padre regresó a la habitación que compartía con la madre de Lilith.