Segundó capítulo.

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Querido diario;
Hoy me desperté tardé, muy tardé, ya eran las doce y medía del mediodía, y yo ayer había quedado con Harry en su casa. Más o menos ya tenía las cosas pensadas, y cada vez que las pemsaba de nuevo, me repetía; ¿En qué me convertí?. Pasé de ser una virgen, a estar pensando en miles de cosas para hacerle a mi novio, no me puedo negar que hacer el amor con Harry, es genial y por eso es quizás, que sólo quiero probar más y más de su delicioso cuerpo, me siento libre y sin vergüenza cuándo estoy con él, definitivamente; es el amor de mi vida.
Salí de mi casa a eso de las tres, le dije a mamá que iba a ver a Harry, y cómo aún era temprano, creó que lo que menos se le cruzó por la mente era para en lo que en realidad nos juntábamos. Llegué a su casa y vi una carta, escrita con la letra de Harry, colgando en la puerta.
Querida Ginny:
Me fui a dar unas vueltas por ahí, a eso de las cinco y medía estaré por allí. La llave está debajo del felpudo. Sorprendeme.
Te ama, Harry.

Sonreí, y me agache, levanté el felpudo bordó que mi mamá le había regalado, y vi la llave, la tomé y abrí la puerta.
Ya en el living, hice aparecer una silla por arte de magia, me vestí con él vestido más apretado, cortó y escotado que encontré color negro, dejé mi cabello rojo suelto y me calze con los tacones que me había regalado él.
A las cinco y media de la tardé, oí la puerta abrirse, era Harry, siempre tan puntual, o, tan puntual cuándo le interesa la reunión. Me estire sobré la mesa, quedando de espaldas a la silla, estirando el trasero lo más que pude.
-¡Ginny! ¡Llegue!, oh mi Dios, ¡Ginevra! - Exclamó al verme, toda estirada sobre su mesa dejando mi trasero a su vista -Oh, tu trasero Ginevra, me dan ganas de hacerte tantas cosas- Sentí que se acercaba a mi y tomé el control.
-Sientate- Ordene, sin mirarlo aún. Lo hizo, me di vuelta y con un movimiento de varita quedó atado a está. Miré a sus pantalones y vi a su miembro que estaba por explotar en sus pantalones. Me mordi los labios, el sonrió.
Le di la espalda de nuevo y me saqué las bragas lentamente, sin quitarme el vestido aún. Al mirarlo, vi en su cara puro deseó, reí y me subí a la mesa, abrí las piernas y comencé a tocarme, gemi más que nunca, pero no por haberlo disfrutado más que otra vez, si no porque sabía que el me estaba mirando. Llegué al orgasmo y cuándo por fin me tranquilice volví a mirarlo, el deseó llenaba sus ojos. Me acerqué a él y me senté sobre sus piernas, de frente a él.
-Estoy tan mojada por usted, señor- Susurré a su oído, Harry se movía inquietó, quería que lo desate, pero no lo iba a ser, no por ahora- Mire- Desate una de sus manos y la llevé a mi parte íntima, conduje su dedo a mi entrada y le demostré lo tan mojada que estaba. Volví a atar su mano.
-Por curiosidad; ¿En que pensaba cuándo se estaba masturbando?- Preguntó, sentí él deseó en su voz.
-En usted; haciendome suya en aquella mesa,haciéndome muchas cosas. Quiero hacer cada una de ésas hoy, y las haremos, si o si- Murmuré, acercandome a sus labios pero sin darle el gusto de besarme.
-Oh, sí, las haremos- Gimió.
-Comencemos- Exclamé, bajandome y agachandome delante de sus piernas, le bajé el pantalón y bóxer. Gimió cuándo le di un beso en la punta a su miembro.
-Oh, Ginny, hazlo como tu sabes.
Me llevé todo lo que pude de su miembro a mi boca y dejé caer saliva, mis manos jugaban en sus muslos. Me llevé toda la saliva cuándo saqué mi boca. Rocé mis dientes por su longitud y comencé a tocar con las manos. Me llevé uno de sus testículos a mi boca, succione cada uno de ellos.
-Oh... Lo haces tan bien... Más rápido.
Me acerque a su miembro y lo metí en mi boca, lanzaba saliva y la agarraba subiendo de nuevo, apretando fuertemente mis labios a su alrededor, cada vez más rápido.
-Oh... Sí... Nunca pares...Tu lengua es mi cielo- Gemía y gemía, yo sentía un liquido correr por mis piernas, le mire la cara desde abajo, me acercaba a su ereccion y lo miraba de la forma más provocativa posible. Estaba por llegar y quería que sea la mejor vez que se corra.
-Oh por Dios... No me mires así, quiero comerte esas pecas, Ginevra... Vamos, por favor- Me acerqué y mordi su punta y un liquido tibio inundó mi boca y mis labios, lo trague y le mostré como lamía mis labios manchados por causa de su orgasmo.
Me quité mi vestido y sostén lentamente, acariciandome. Le saqué su camisa, y también saqué mi vestido. Me senté de nuevo y llevé su miembro a mi entrada. Me penetre, primero suave luego duró, me movía de atrás, adelante, arriba, abajo, duró, como me encanta.
-Oh, Ginny... Más duró... Oh, a ti te gusta más duró... Vamos- En ése momento desate las manos de Harry, él me alzó y me acostó en la mesa dónde dejó de penetrarme.
-¿Pero qué? Harry vamos- Me quejé.
-Ahora este es mi juego- Me tomó las piernas y las abrió todo lo más que pudo. Me penetró con los dedos profundo, solté un gemido.
-Harry, mueve los dedos por favor- Supliqué, esperando que moviera sus dedos dentro de mi, causando placer. Tocaba en lo más profundo de mí.
-No, mueve tus caderas- Lo mire confundida ante sus indicaciones, levante las caderas hasta casi dejar sus dedos fuera y tire fuertemente para abajo. Largué un gemido, el placer era grande. Comencé a mover las caderas, mientras él lamía mi parte íntima. Cada vez que le pedía algo, Harry lo hacía mejor, sabía que eso le excitaba.
-Si, más a la izquierda... Oh... Tu lengua es una maravilla... Oh, mete los dedos mas profundos... Oh, sí... Muevelos más duró... Justó así... Me encanta... Harry... Amo lo que haces... AH- Gemi, al llegar al orgasmo.
Al recobrar la noción, vi como Harry apuntaba mi entrada con su miembro. Gemi al contactó.
-Pidemelo- Dijo, lo miré casi suplicando- Sí no lo dices, no sé que quieres.
-Quiero que me la metas- Supliqué, mientras sentía cómo su punta entró un poco y la sacó.
-¿Duro o suave?- Preguntó, al punto de hacerme delirar.
-Metemela dura, con todo, por favor- Supliqué al fin. Necesitaba que me penetre.
-¿Así te gusta?- Quisó saber cuando me empezó a penetrar duró, yo gemía de placer.
-Oh... Me encanta... Más... Más.
-Pidemelo bien. Como sabés que me gusta- Sabía que le gustaba que diga que su miembro era lo que más deseaba y que deseaba locamente que me diera más.
-Amo que me la metas... Está tan dura... Justó cómo la amo... Oh... Más, sí... Hasta que no me puedas más... Daté el gusto y dame más- Pedí y sentí como aumentaba la velocidad. Lo hacía muy fuerte. Yo gemía más que nadie. Llegamos al mejor orgasmo de nuestra vida. Luego me llevó a la cama a dormir, me desperte a las ocho de la noche, así que no tuve porque darle muchas explicaciones a mamá.

N/A: YEEIII segundo capitulo! enserio espero que les guste y la disfruten, y en este cap. Ginny esta mas atrevida, pero, yo siempre crei que ella en el sexo seria asi, aunque mas adelante voy a hacer mas amoroso el asunto. En serio espero que les guste
kiara

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