Sin duda alguna

16 3 0
                                    

No veo nada, todo realmente está muy oscuro. Será que tengo tapados los ojos? Muy probablemente. Siento un cansancio y sueño que incluso no podría ni intentar abrirlos. Percibo un extraño aroma en mi nariz, es muy extraña la sensación, es mareador y sofocante.
Por alguna entraña razón tuve la energía de abrir la boca y bajar la tela que me cubría ambas vías respiratorias. El efecto del dopador ya había disminuido. Estoy empezando a entrar en razón; no se si realmente me siento mareada aun o siento como si todo se moviera. Presto atención y empiezo a escuchar mejor, momento en que supe que realmente si estaba en un lugar con movimiento y no era yo la que lo imaginaba. Se escuchaban las ruedas de la carroza y el ruido de los caballos al galopar muy cerca. Me pregunto cuanto tiempo llevaba ahí encerrada.

Lo había confirmado en todo los aspectos, no tenia libertad este momento. No era la única que estaba ahí encerrada en la carroza, finalmente me doy cuenta que no tengo tapados los ojos y puedo ver la silueta de 3 personas más, gracias a la luz de la luna que entra por una rendija.
Hace mucho frío, calculando el tiempo debe de ser ya de noche. Los demás aquí, al parecer, no han despertado aún; esto me tranquiliza un poco. Aún no recuerdo nada, siento que pasó todo tan rápido que no se como es que llegué aquí. No sé que quieran hacer conmigo, pero no creo que sea algo bueno.

Me duele el cuello, de seguro llevo más de tres horas en la misma postura sentada de piernas cruzadas con las manos amarradas atrás de mí en la superficie interna de la carroza. Ahora estoy sintiendo más el movimiento de ésta y gracias a que pasamos por un tipo de roca estoy empezando a recordar todo lo sucedido con anterioridad. Inevitablemente me empezaron a salir lágrimas de mis ojos. Procuro no hacer mucho ruido al sollozar porque se darían cuanta de que he despertado.

Mi hermano había perdido la vida por salvarme y lo peor es que me habían capturado, si, me tenían presa. En unas horas sería la siguiente, no cabe duda.
Hubiera preferido que me mataran de una manera rápida, así de simple como un degollamiento, por ejemplo.

Estoy ya destrozada por dentro en un modo sentimental, no puedo creer que en verdad esto esté sucediendo. Yo creí haber tenido la suficiente esperanza para que esto no ocurriera, pero las cosas suelen cambiar de rumbo aunque uno no lo quiera así, por más precaución que uno haya tenido.

Me tranquiliza un poco el hecho de recordar que mamá esté bien. Vivimos en una casa bastante lejos del centro de la ciudad. Con campos de lavandas al rededor nuestro. Eso le gustaba a mi mamá, pero en especial esas flores le gustaban a mi hermano.

Mi mamá había logrado esconderse en el sótano de la casa . Mi hermano había protegido a mamá más que nunca, ya que ayudó a disimular su aroma poniéndose él como carnada frente a los sabuesos. No eran perros cualquiera, eran una mutación que el Gobierno había creado de cuatro patas con un olfato tremendo, para así poder encontrar a personas como yo.
Mi hermano hizo lo posible para protegerme, lamentablemente, no teníamos escapatoria, sólo que nos esperaron distintos destinos a seguir.

Yo estaba oculta bajo mi cama, pero fue inútil. A decir verdad ya llevamos varios años sobreviviendo ahí, será que el aroma de las flores nos ayudó a estar más protegidos? Supongo que así fue. Lo que puedo concluir es que alguien nos había delatado y estaba segura de que me vengaría de esa persona algún día.

La carroza se ha detenido al fin. Habremos ya llegado? Ojalá Dios quiera que si para poder pensar en una manera de como es que voy a escapar. A la vez desearía que aun no lleguemos porque no quiero ver lo que me afronta.
Empiezo a entrar en pánico, se que debo relajarme así que empiezo a hacer esos ejercicios de respiración que mamá me aconsejaba hacer en estas situaciones.
Me doy cuenta que ya todos nos habíamos despertado. Puedo ver sus miradas preocupadas viendo todo lo que se puede ver dentro de la carroza, supongo que están entrando en razón al igual que yo lo hice hace un previo momento.
Escuchamos los caballos relinchar y que las personas que conducían la carroza se están bajando y hablan en códigos para que no entendamos.

Finalmente se abrieron las puertas traseras de la carroza. Puedo observar a dos personas encapuchadas de negro con una especie de armadura no muy protectora del todo y más atrás había otros dos hombres parados sosteniendo antorchas del tamaño de ellos mismos; aquellos tenían nada más la zona de las vías respiratorias tapada con una tela negra y se podía apreciar su cabello de color negro tapándoles la frente con un estilo de banda al rededor de su cabeza. Nos empezaron a gritar. No logro comprender lo que dicen pero se insinúa que nos bajemos.
Nos hicieron pararnos en fila. Mi cuerpo me duele bastante, me cuesta bastante mantenerme de pie.

Es increíble poder ver la magnitud que tiene el Castillo Negro al verlo de cerca. La muralla que está a su alrededor es más alta y gruesa de lo que imaginaba.

En total son los dos guardias con cada uno su sabueso los que condujeron la carroza, y los otros dos que vimos con antorchas en sus manos.

Nos hicieron hacer formación. Soy la tercera en la fila. A un lado de nosotros pasan los dos guardias con los sabuesos sujetados con sus correas, vigilando a que ninguno de nosotros se nos ocurra escapar. Nos piden que caminemos unos cuantos pasos para así acercarnos lo suficiente y entrar para atravesar la muralla. Uno de los guardas con la antorcha hace una señal peculiar para indicar al vigilante de la muralla abriera la puerta y nos dejara pasar.
Sin duda alguna, no tengo escapatoria.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 21, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Kiss The FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora