Volviste II.

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-Oye, Guido, ¿no te habrás equivocado de dirección? No veo la moto de nadie. Además, ¿ese Corsi quién es?
-Ésta es la casa, confía en mí y estate tranquilo. Al menos seguro que conoces a una persona.

Y repentinamente, desde esa puerta entornada, desde ese salón lleno de personas desconocidas, de voces lejanas y confusas, de libros antiguos, de cuadros pintados por el tiempo, oigo una risa. Su risa. La risa de la que he añorado, de la que he buscado, de ella, que ha sido mi sueño de mil noches. Gin, Gin, Gin... Gin está sentada en un sofá en medio del salón. Es el centro de atención, cuenta algo y se ríe, y todos ríen. Mientras yo, solo, me quedo en silencio. Ése es el momento que tanto he esperado. ¿Cuántas veces en Estados Unidos, hurgando en los recuerdos, apartando momentos dolorosos, peñascos de desilusión, he llegado allí, al fondo, hasta encontrar esa sonrisa? Y ahora está aquí, frente a mí. Y la comparto con otras personas. Todo lo que era mío sólo mío. Y repentinamente me veo corriendo a través de un laberinto hecho de momentos: nuestro primer encuentro, el primer beso, la primera vez... La explosión enloquecida de mi amor por ti. Y en un instante recuerdo todo lo que no he podido decirte, todo lo que hubiera querido que supieras, la belleza de mi amor. Eso es lo que hubiera querido mostrarte. Yo, simple cortesano admitido en tu corte, arrodillado delante de tu simple sonrisa, frente a la grandeza de tu reino, hubiera querido mostrarte el mío. Sobre una bandeja de plata, abriendo los brazos en una reverencia infinita, mostrándote mi regalo, lo que sentía por ti: un amor sin límites. Aquí tienes, mi señora ¿ves?, todo esto es tuyo. Sólo tuyo. Más allá del mar y en el fondo, allí abajo, más allá del horizonte. Y aún más, Gin, más allá del cielo y más allá de las estrellas, y aún más, más allá de la luna y más allá de lo que se esconde. Eso es, éste es el amor que siento por ti. Y más aún. Porque esto es sólo lo que podemos saber. Te amo por encima de todo aquello que no podemos ver, por encima de lo que no podemos conocer. Ya está, eso es quizá lo que también hubiera querido decirte. Pero no pude. No pude decirte nada que tuvieras ganas de escuchar.¿Y ahora? ¿Qué podría decirle ahora a esa chica que está sentada en el sofá? ¿A quién puedo mostrarle las maravillas de ese gran imperio que le pertenecían? Te miro y ya no estás. ¿Dónde te has metido? ¿Dónde está esa sonrisa que me convertía en náufrago de certezas, pero tan seguro de felicidad? Querría escapar pero no hay tiempo, ya no hay tiempo. Aquí estás. Gin se vuelve lentamente hacia mí.

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Cómo podéis ver, he borrado anteriores capítulos por la simple razón de que soy muy inconformista y quería enfocar la historia de otra manera, ahora los capítulos serán más largos.
Nueva historia, nuevos personajes, nuevo argumento. Estoy 100% segura de que os gustará. Un gran cambio.

Gracias

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⏰ Última actualización: Feb 20, 2016 ⏰

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