Estoy terminando de vestirme, tengo una camisa blanca mangas largas, por fuera, pantalón justo al cuerpo jean blanco y mis Vans favoritas de color negro, bajé las escaleras y ahí estaban esperando por mi para cenar, mi padre parecía molesto, pero sus invitados parecen estar sorprendidos.
- Hola, disculpen mi tardanza.
Mi padre nos presentó, la mujer, Sabin, tiene un hijo y una hija, Ul y Ángela.
Mi nombre es Mar Raem, tengo 18 años, mi cabello es corto, muy corto y ondulado de color azabache, mis ojos son grandes, cafés y de largas pestañas, mis labios son finos, mi nariz pequeña, mi estatura es 1.66, de complexión atlética y piel mestiza.
Esa chica, es hermosa, sus ojos son algo pequeños, de iris grises, es pelirroja, su cabello es también ondulado y largo, debe medir 1.55 o 1.56, es delgada, piel blanca, pálida, boca pequeña, pero de labios carnosos y de nariz recta, parece tan frágil.
El pequeño tiene el cabello largo y negro, piel blanca, ojos grandes azabaches, la mujer es muy alta igual que mi padre así que debe medir 1.70, es blanca y cabello rubio lacio, mi padre es robusto, de piel morena, cabello rizado y oscuro.
Cenamos, ellos conversaban, decían que pronto se mudarían los invitados con nosotros, Sabin me agrada parece buena persona, la verdad los tres lo parecen, pero tengo un presentimiento, aún no descifro si es malo o bueno, pero me asusta.
El día siguiente llegué tarde a la universidad, la maestra me regañó y me pidió que saliera de su clase, rato después salieron Carlos ( mi mejor amigo ) y Adams un chico de tantos de la clase.
- ¿Qué ocurrió con ustedes? - pregunté riendo.
- Planeamos salir de clase para acompañarte - dijo Carlos.
- ¿Y Adams por qué? - no entendía aunque Carlos es algo loco, por eso es mi mejor amigo.
- Pos por nada - Adams se colocó a la derecha de Carlos quedando yo así en el otro extremo.
- ¿Qué tal te fue anoche? - preguntó mi mejor amigo.
- Bien, su hija es guapa, pero tengo un presentimiento.
- Tú y tus presentimientos, olvida eso ya.
Giramos los tres para ver quien salía.
- Hagan silencio o diríjanse a la dirección - dijo la maestra antes de volver a entrar al aula.
- Mejor hagamos silencio - dijo Carlos.
Adams estalló en risa y al escuchar que abrían la puerta nos echamos a correr.
Ángela.
- ¿Tienes todo listo? - preguntaba mi madre mientras miraba su reloj de mano.
Respondí afirmativamente.
Me dijo que el señor Raem había enviado a buscarnos, pero que había un problema, que la casa tiene solamente cinco habitaciones, una será de ellos, una de Ul y una es de la hija de Raem con la que yo compartiría habitación por un tiempo.- ¿Por qué? - me pregunté si mi madre no sabe contar, pero sé que sabe - quedan dos.
- Una es de la sirvienta y la otra es de huésped y la necesitará muy pronto, pues viene su hermana unos días, para conocernos - sonríe y mira mi equipaje - ya vamos nos esperan abajo.
Al llegar a la casa, entré a la habitación de mi hermanastra para acomodar mis cosas observé que no tenía despertador y coloqué el mío en la mesita de noche, el suelo es negro, las paredes verdes opacas y en el techo hay galaxias pintadas, tiene una tv y el PS3 en el suelo, sobre la cama hay una camisa blanca y en una esquina un escritorio.
Fui a ver a mi madre, mi hermano estaba feliz, mi madre platicaba con Raem y decidí acercarme para informarle que terminé de organizar.
- Mar es un poco diferente, espero que estos días se lleven bien, lo único que debes saber es que no debes hacer ruido mientras duerme o tocar sus cosas y pasarán el tiempo que es necesario sin inconvenientes - dijo Raem.
Mar.
- Estaré en problemas, la verdad que eres idiota Adams.
- Disculpa.
- No te alteres podemos pasar paseando hasta que sea la hora de llegar a nuestras casas - dijo Carlos.
- Yo estoy cansada, lo peor es explicarle a papá.
- No es tan difícil, le dices: padre un idiota ha causado que nos expulsaran de clases por segunda vez y la rectora ha pedido tú presencia.
- También fue tú culpa Carlos - dijo Adams.
-¿Mi culpa? - notoriamente ofendido.
- ¡Ya! - grité - me voy a casa, ¿me acompañas Carlos?
- No puedo, iré a ver a mi princesa y aprovecharé para invitarla a dar una vuelta.
- Vale, solo no la lleves a un motel de quinta - reímos luego lo miré sería - es de veras.
- Yo puedo acompañarte Mar - dijo Adams.
- No y gracias, bye.
Al llegar a casa escuché voces en la cocina, pero lo ignoré y subí rápidamente a mi habitación.
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Un Vuelo En El Agua
Teen FictionEs mi primera historia, la historia de Mar Raem, una joven que cumplió recientemente 18 años, su padre decide pedirle a su pareja, Sabin, con la cual Mar no había tenido oportunidad de convivj que se mudara con ellos, trata de los sentimientos que l...