Old Money (Camren)

No culpable

Camila POV.

(agosto 2020)

Dicen que conocer a las personas implica más que saber su nombre y su apellido, no sólo se trata de recordar su fecha de nacimiento y qué es lo que le haría más feliz al desenvolver su regalo.

No es simplemente entender porqué llora, mucho menos es algo tan simple como saber qué es lo que le hace sonreír, conocer a una persona no es saber su película favorita, o sobre qué canción escucha mientras su mundo se cae a pedazos, ni qué libro les cambió la vida. Conocer a alguien no es verle desnudo, no es robarle suspiros, ni causarle orgasmos, no es arrancarle los labios después de no verse en un largo tiempo.

Conocer a alguien es no conocerlo en absoluto; y de eso me he dado cuenta justo ahora, que estoy viendo cómo la única persona que creí conocer en mi vida suspira abriendo los ojos lentamente, esos ojos que antes me entregaron tanta fe y esperanza, hoy lo único que me transmiten es miedo y una impotencia que comparto con ella.

Veo ese rostro que podría describir facción por facción, desde el tono, hasta la expresión que hay en cada estado de animo, pero hoy, ese rostro es desconocido, nunca le había visto tan rota. Y yo, nunca me había sentido tan rota.

A pesar de que creía conocer todas sus manías, nunca había visto temblar sus manos por miedo como lo hacen ahora. Aunque había escuchado su voz ante mil situaciones, no conocía este tono que esta usando, algo ronco, algo tembloroso, algo seco, algo indiferente... como avergonzado, con miedo, con aberración; todo al mismo tiempo.

Aunque siempre podía adivinar lo que estaba pensando o sintiendo antes de que hablara, hoy había algo distinto en ella, ya no la conocía más, ya no era el amor de mi vida a quien tenía en frente. Mis lágrimas luchaban por salir, mientras yo luchaba por callar mis gritos y mantener el profesionalismo ante el dolor.

Mi corazón está empezando a sobresaltarse, no me puedo controlar, una lágrima corre por mi mejilla derecha, la limpio sintiendo mis manos completamente frías rozar mi rostro. Un suspiro sale de mí al darme cuenta que tal vez estoy esperanzada en un una mentira.

Aunque estoy acostumbrada a escuchar sentencias todo el tiempo, a dar argumentos, a escuchar malas noticias... aunque estoy familiarizada a esa voz victoriosa del juez al dictar sentencia, a pesar de eso, no me siento lista para este proceso... aún no.

Lauren POV.

Sé que en estos momento ella debe estar pensando en lo mucho que desconoce de mí, de seguro tiene miles de preguntas en su cabeza, preguntas que probablemente nunca le podré contestar, por mucho que lo intente. No es que no tenga respuesta. No quiero verla porque siento enojo conmigo misma, siento vergüenza y tengo miedo.

Mi abogado no ha dejado de caminar de un lado a otro. El juez que tengo a un lado no ha quitado la vista de mí, este acto me incomoda un poco, pero comparado con las miradas de todas las demás personas puestas en mí, digamos que no es nada. A pesar de esto, en lo único que me concentro es en esos ojos chocolates que están cristalizados, en esas manos que para ahora deben estar frías, pues su temperatura bajaba cada vez que el miedo se apoderaba de ella.

Veo sus hombros subir y bajar, y observo cómo abre su boca tratando de tomar el aire suficiente para no colapsar. La había visto decenas de veces argumentar al juez por sus clientes, pero nunca pensé que la vería litigar en mi contra, nunca pensé en la posibilidad de que un día como este llegaría.

Dentro de mí sufro una lucha de emociones, quiero correr y abrazarla, pedirle perdón por lastimarla así y a la vez quiero alejarla de aquí, no quiero que me vea de esta manera, quiero que recuerde lo que fuimos, lo que ya no somos y lo que probablemente no seremos nunca más, y entonces recuerdo sus palabras frías de aquella noche "Algo construido a base de mentiras, no puede ser real, Lauren". Pero es que lo nuestro no se formó con mentiras, cada sentimiento y palabra era real, tal vez le oculté algo, pero nunca le mentí, en este momento me odio lo suficiente a mi misma, ya ni siquiera me importa lo que vendrá después.

El Golpe que el Juez da a la balanza con su mallete me hace volver en sí, me han declarado como "No culpable". Este termino quiere decir que las pruebas que hay no son suficientes para sentenciarme, pero a la vez tampoco lo son como para declararme inocente, -Sí, aún recuerdo muchas cosas de las noches en que le ayudé a Camila a estudiar para sus exámenes- sin embargo, alcanzo una fianza, por la cual podré ir a casa la mañana del Lunes,  mientras tanto tengo que pasar mi fin de semana en prisión.   Siento cómo algunos flashes golpean mis ojos, mientras los policías vuelven a esposar mis manos y mi abogado me dice al oído que él se encargara de todo, que estará bien, siempre y cuando mantenga mi boca cerrada.

Me llevan fuera de la sala, tengo que pasar por un pasillo para ir a mi celda, ahí se encuentra Camila reunida con sus amigas y con las mías, no puedo mirarlas y agacho la cabeza mientras escucho a Camila susurrar "No soporto verla, la odio" siento mi corazón romperse, aunque sé que es mentira y que se está dejando llevar por la situación y no la juzgo, y aunque fuera verdad, después de todo, merezco su odio.