Dos días de finde,una escapada.
El lugar perfecto para una huida quizás no sea el mas vistoso,sino un pueblo desconocido de los Pirineos,donde haga mucho frío.
Todo nevado,la gente con chaquetones y bufandas,tapándose hasta las orejas.
Las calles huelen a canela,proviene de una pequeña cafetería.
Alli sirven un delicioso chocolate caliente con nubes.
Le cogi la mano y apreté fuerte,aquella tarde sus ojos brillaban,era una mirada preciosa.
Me hacia sentir libre el estar a su lado,descubrí que tener esa sensación de bienestar con alguien era como la escapada a mi lugar favorito y esta vez era alli,cogiéndole la mano.
Porque desaparecer sin planear con la persona que amas,es una escapada.
