Sin darte cuenta te enganchas a alguien.
A su manera de sonreír.A sus bromas.
A las expresiones que repite un millón de veces.A esas tonterías que te dice y que te hacen feliz.A esos inocentes roces que te hacen temblar.
En esos momentos empiezas a sentir,y si no lo controlas puedes cometer la bonita estupidez de enamorarte.
