Escucho el Reloj

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Escucho el reloj, la alarma me despierta recordándome que es otro día, otra día para luchar por conseguir dinero, para gastarlo en alimentos para mí y para mis dos hijos, Aaron de 15 y Ludmila de 8, lamentablemente no puedo decir para mi esposa también, acaba de desaparecer mágicamente, hace dos días, pero sé que no se escapó, ella nunca, nunca se escaparía, había muerto y me siento muy mal por ello, denuncie desaparición en la policía pero nadie me escuchó, no sé porque estoy expresando todos mis sentimientos aquí, nadie los va a leer. Volviendo al tema, me voy a trabajar y vuelvo en seguida, ah por cierto, trabajo de mecánico en Texas, en un pueblo descampado, al que nadie lleva autos, este mes no llego a pagar la electricidad y el gas, defraudo a mis hijos.

Bueno, he vuelto luego de 15 horas de trabajo, llego a casa veo que Aaron se lleva bien con su pequeña hermana, y lo mejor, la sabe cuidar. Hoy fue al taller algo que nunca había visto, era un auto o una camioneta, no sé, nunca vi esa marca y modelo, tiene un motor impresionante, gomas que se adaptan perfectamente a cualquier superficie, los vidrios se cambian automáticamente de color a lo que seleccione el conductor, es súper extraño, pero más raro aun no era ese vehículo, era el señor que me lo llevo, no le entendía lo que hablaba, era un idioma raro, luego entre al auto y había toda una mucosidad azul, muy viscosa, además de una impresionante tecnología en su interior. Espero no verlo más por aquí.

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