Primero, su mañana no había empezado muy bien. Había olvidado configurar la alarma de su celular por lo cual despertó dos horas más tarde de lo que debía; luego, había olvidado prender la secadora de ropa por lo cual su traje estaba húmedo (aunque con un olor a flores) y por alguna manera, su estufa decidió romperse (o más bien él la rompió de tantas patadas que le daba) y tuvo que desayunar unos fideos de microondas que ya habían caducado. También tenía que terminar de editar un artículo sin más tardar a las 3 de la tarde (del cual le faltaba más de la mitad) y tampoco olvidemos que debía comprar un traje nuevo para la boda de su hermano (la cual era en menos de una semana).
Y para colmo, había olvidado las llaves de su auto dentro del mismo.
¡Maldito lunes!
Ahora, Chanyeol estaba sentado en un sucio metro junto a un señor que al parecer no conocía lo que significaba "espacio personal" tratando de terminar su trabajo.
Su celular comenzó a sonar ruidosamente, haciendo que algunas personas lo voltearan a ver molestos (y que el señor que tenía toda la cabeza recargada en su hombro se asustara), se maldijo por no haberlo puesto en vibrador.
—¿Bueno?—Chanyeol carraspeó, limpiando su garganta. Demonios, ahora tenía sed.
—¿Chanyeol? ¡¿Dónde demonios estás?!—una ruidosa Kim Hyoyeon gritó. Chanyeol siseó de dolor ya que tenía el teléfono completamente pegado a su oreja.—¡Debías estar aquí desde hace tres horas! ¡El jefe está a punto de pasar lista y esta va a ser la tercera vez que llegas tarde en el mes! ¡¿Sabes qué a la tercera te despiden, cierto?!
—Joder, sí. Ya voy en camino. Cúbreme por unos minutos más y llego.
—¡Mueve el culo o si no te arrancaré las orejas y las usare de abanicos!—colgó. Chanyeol suspiró.
—Agh, mujeres. Por eso nunca me casaré.—dijo el señor que estaba sentado junto a Chanyeol.
Chanyeol se levantó de su asiento al notar que está era su parada y camino hacia la salida, un poco asustado por el hombre.
Corrió hasta llegar a la editora en donde trabajaba, obviamente sin aliento y exhausto. Saludo al guardia mientras tomaba aire.
—¿De nuevo tarde?—Sehun preguntó, Chanyeol asintió sin haber recuperado su aliento aún. Sehun rió y sacudió su cabeza.—Será mejor que entres rápido, Jiyong acaba de llegar hace poco y creo que anda de mal humor.
Chanyeol asintió y comenzó otra carrera solamente que hacía su oficina compartida con Hyoyeon. Cuando llegó, vio a una Hyoyeon rabiosa.
—¡¿Dónde demonios estabas?! ¡¿Huh?! ¡Te has retrasado por dos horas! ¡¿Sabes qué a mí también me pueden despedir por cubrirte cada vez que se te olvida configurar la alarma?! ¡Joder, contesta! ¡Olvídalo, mejor no contestes o te arrancaré las bolas!
—Ehm, hola Hyo.
—Ugh, a trabajar.
[...]
—Y por lo tanto, debemos apoyar a la señora Kim con su embarazo. Taeyeon, tienes todo nuestro apoyo.—Kwon Jiyong dijo, dándole su mano a la rubia quien la tomo sin dejar de sonreír.
—Gracias, Ji. Espero que no cambien la forma de ser conmigo solo por esto.
—Oh, para nada. De acuerdo, todos a trabajar.—los empleados se levantaron de sus asientos y caminaron pacíficamente hacia la salida.—Excepto Park Chanyeol, necesito hablar contigo. En mi oficina.
Chanyeol tembló por el cambio de tono de su jefe, que había ido de un feliz a algo que no podía reconocer.
[...]
Hyoyeon caminaba alrededor de la oficina, nerviosa por lo que le podría estar pasando s su mejor amigo. ¿Lo habrán despedido? O peor aún, ¿los despidieron a ambos?
Mordió sus uñas y comenzó a sudar con solo pensarlo. Vio su reloj y le alivio un poco el saber que solamente tenían treinta minutos laborales. Suspiro.
Se sobresaltó cuando escucho la puerta siendo abierta. —¡Mierda! ¡Me has asustado!
—Sí, sí. Lo que sea.—Chanyeol camino hasta su escritorio y se sentó en su silla, suspirando en el proceso.
Hyoyeon se puso aún más nerviosa. —¡Yah! ¿Qué pasó?
—Jiyong me dio un ultimátum.
—¿Qué?—Hyoyeon rió.
—Pues que eso. Me dijo que si no quería perder mi trabajo que debía acabar un proyecto para el final del mes.—Hyoyeon abrió sus ojos como plato y suspiro.
—Omo, ¿enserio? Mierda, renuncia de una vez, hermano.
—¡Kim Hyoyeon, no estás ayudando!—grito Chanyeol frustrado, su voz sonando aún más grave de lo que originalmente es.
—Ya, ya. No te esponjes, campeón. Ahora, dime de qué es el proyecto para ver si te puedo ayudar.—Chanyeol vio a la rubia cuestionando sus acciones, ella se encogió de hombros— ¡Yah, que si te despiden me quedo sin compañero para mis travesuras! Además, ¿quién me va a pagar la comida cuando se me olvide la billetera, huh? Ahora deja de verme así, carajo. Respeta a tus mayores, insecto.
Chanyeol solamente rió, agradeciendo mentalmente a la rubia por haberle sacado una sonrisa en este maldito lunes. —Esta bien.
[...]
—¡Yah, ¿estás seguro que no quieres que te lleve a tu casa?! ¡No falta mucho!—la ruidosa rubia grito en medio de la calle. Chanyeol se hubiera avergonzado pero, ya se había acostumbrado a su loca amiga.
—Nop. Yo puedo caminar, ¡vete que se te hace tarde y Hoseok se va a ir! ¡Te vas a quedar sin novio!
—¡Cierra el hocico, escuincle!—Hyoyeon gritó antes de pisar el acelerador y irse tan rápido como llego. Chanyeol rió.
Hoy había sido un día de mierda.
🔆🔆🔆🔆🔆
¡hola amiguis!
okay, si me llego esta idea y realmente no se si la voy a continuar pero quería publicarla❤️
espero que al menos haya una personita que lea esto.
chao~❤️
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
