Capítulo 5

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Ya habían pasado 5 días desde el incidente en la casa de Natalie.
Issac me había estado dando miradas asesinas al igual que a Noah.

Mi mejilla tenía un gran moretón, Dalia me ayudaba a cubrirlo con maquillaje pero aún dolía como el infierno.

Nadie había comentado nada, no que yo supiera, pero supongo que los chismes no iban a tardar en aparecer, Issac tenía abierta una ceja al igual que el pómulo y Noah ya sólo tenía un moretón en las comisuras de sus labios.
Estaba en clase de cálculo integral, junto con algunos de los chicos, esta era una de las pocas clases que compartíamos, sentí una mirada y gire para ver de quien se trataba, me di cuenta de que era Andrew, y rápidamente regresé a mi posición anterior.

No me había presentado a tutorías, le dije a Natalie que estaba enferma, entonces la había estado evitando estos últimos días para evitar su charla sobre la importancia de la responsabilidad. Por suerte mi padre estaba ocupado en un proyecto y mi mamá estaba muy metida en uno de sus casos por lo que no habían notado mi moretón, y mucho menos había podido hablar con Natalie.

-Señorita Monroe, ¿escuchó lo que dije?

Mierda

-¿Señorita Monroe?

Salí de mi trance y le respondí

-Eh, hablábamos sobre el tema de la clase anterior(?)

-¿Es pregunta o afirmación?

-Uh, ¿Afirmación?

-¡NO! A la oficina de la directora Clayton ¡AHORA!

Becca me dio una mirada de preocupación mientras que Dalia se burlaba, iba a matarla.

El profesor Rixton jamás actuaba así, siempre era muy paciente y comprensivo, tomé mis cosas y salí de ahí, no sin antes enviarle a Dalia una mirada asesina.

Cuando llegué a la sala de espera de la directora me encontré con dos rostros conocidos gruñendose como perros a punto de morderse.

Issac y Noah.

Al momento no entendí lo que pasaba pero después comprendí.

Natalie ya sabía lo que pasó el viernes pasado, por eso estábamos aquí.

-Por favor pasen, los tres- Nos indicó la Sra. Chung

La Sra.Chung, pasaba los 65, decretaría de Natalie, siempre usaba ese tipo de faldas largas y rectas a juego con su saco, con el cabello rubio que por la edad, ya se le notaba invadido de canas atado en forma de chungo y un labial rojo cereza con mucho brillo que ha manchado dos de sus dientes delanteros, al parecer ya se dio cuenta de que la estoy observando porque frunce el señor y grita

-¡Señorita, que no escuchó!

Diablos, hoy todos me están gritando.

Corrí a la puerta de la oficina de la directora mejor conocida como la tía Natalie, al entrar observé que ella estaba en su silla detrás de su escritorio con unos papeles en las manos y sus anteojos, justo enfrente del escritorio había tres sillones individuales, y para mi mala suerte, único vacío estaba entre los dos perros que se gruñían allá fuera.

Cuando Natalie se percató de mi llegada, bajo los papeles, se quitó los anteojos y me indicó que me sentara, tenía cara de loca paciencia y su cabello castaño atado en un perfecto moño.

-Y bien, ¿que hacemos aquí?- preguntó Noah

-Más bien que hayo YO aquí, tu estás aquí por razones obvias- gruñó Issac

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⏰ Última actualización: Feb 07, 2016 ⏰

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