iv.

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Es como si Dios hablara,

con lo mundano del viento y lo puritano de las hojas,

Dios arremete con violencia,

ímpetu salvaje de animal herido.


El Señor me habla con su palabra de amor,

y el humano acusativo me castiga.

¿Quién eres tú, animal?

¡Una aberración gigante! Grita Dios,

con la ira en los puños, los rayos en ojos.


¡Animal, bestia punitiva!,

protesta el alma salvaje de hombre que ama a hombre.

¡Animal, barbárica bestia!,

desosiega el cuerpo maldito de mujer pecadora, que ama a mujer inocente.


Pecadores somos todos cuando Dios se comunica,

criaturas paridas sin pecado,

frescor del alma de una madre castigada por tener vientre.

Somos animales acusadores por vivir,

cuando Dios habla conmigo por medio de los árboles.

♦♦♦

Notas autor: Quiero aclarar que ayer, tuve una experiencia bastante "religiosa" por así decirlo. No soy asiduo de participar activamente en la Iglesia como comunidad, por una multitud de factores, pero si creo en Dios y su amor no punitivo. Espero que les guste hasta ahora y gracias por las lecturas y votos.

Jim.

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⏰ Última actualización: Oct 08, 2016 ⏰

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