Capitulo 2

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Selena

Despierto por el sol que empieza a alumbrar por las ventanas de la habitación. Siento un peso en mis piernas, volteo a ver a mi regazo, y veo un pequeño dragón, Bron.

Los recuerdos de la noche anterior me regresan, me enfurece saber que pronto mi libertad va a acabar.

Empiezo a sentir movimiento, me doy cuenta de que Bron está despertando, se ve tan tierno que me hace sonreír.

-Buenos días, Bron.-digo y el dragón se me acerca y me muerde.-Supongo que tienes hambre.

Elize sigue dormida...

-¡Elize! Despierta- grito cerca de ella

-¿Qué pasa? ¿Qué hora es?- dice en susurros

-Hora de ir a ver a la princesa María- digo con desesperación- Vámonos

-Está bien, vámonos- Elize se levanta lentamente y se detiene de pronto

-¿Qué sucede?- pregunto con curiosidad, después de unos minutos Elize me voltea a ver seria

-¿Cómo vamos a ocultar los dragones?, nuestros padres no pueden saber que están aquí y no voy a volver a decir que traemos rocas en un costal- dice muy seria

Me muero de risa, pero tiene razón como vamos a sacarlos sin que nos vean

-Tal vez podemos sacarlos por la ventana o... esconderlos dentro de nuestras capas

-Me parece mejor idea la segunda- dijo Elize con una sonrisa

Salimos discretamente por la puerta de servicio hacia el bosque Felaubtze donde encontraríamos a María vigilada por Braulio nuestro herrero.

·

-¿Qué crees que diga sobre los dragones? ¿Crees que sepa algo al respecto?- pregunta Elize con curiosidad

La miro y pienso en su pregunta... acaso María no sabía que había en la carga del carruaje.

-No lo sé- contesto indiferente

Elize se queda pensando en mi respuesta y no volvemos a hablar en todo el camino.

Elize

Selena está muy seria, casi triste. Estará pensando en lo que nos dijeron nuestros padres acerca del compromiso.

-Selena- digo con un murmullo- que vamos a hacer con el compromiso-

-No lo sé- dijo seria- pero no quiero hacerlo.

-Yo tampoco- dije bajando la vista

-Luego pensaremos en eso, ahora lo importante es interrogar a María.- dijo cambiando de tema repentinamente

-Está bien, que haremos con los dragones no podemos ocultarlos todo el tiempo- digo volteando a verlos

-Ese es otro problema- dijo Selena suspirando

Llegamos a la cueva silenciosamente y nos pusimos las capas de tal manera que no se nos viera el rosto. María estaba atada a una silla, se veía cansada, tenía ojeras y los ojos rojos.

Cuando entramos levanto la cabeza y nos miró fijamente. Selena fue la que hablo primero.

-María, princesa de Terraltum, ¿que estabas haciendo tu sola sin tus guardias en el bosque?

María solo nos miraba con ira y rabia. Se aclaró la garganta y después abrió la boca pero inmediatamente la cerró. Pasaron como 15 minutos hasta que finalmente decidió hablar.

Era de DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora