Llegamos a su casa y cuando Aiden cerró la puerta, lo primero que hizo fue guiarme a su habitación.
Kacey: ¿Qué hacemos aquí? -mirando toda la habitación -
Aiden: Ya lo verás -cerrando la puerta detrás suyo-
Cuando oí el sonido de la puerta al cerrarse, no sabía por qué me sentía con miedo. Caminaba hacia atrás y justo, me choqué con algo o con alguien. Miré con quién o con qué me choqué y fue con el mismísimo Aiden, que tenía unas sogas en las manos. Me tumbó a la cama y me ató por las muñecas. Yo forcejeaba para que me liberase, mas por cuanto más lo intentase, no funcionaba.
Me quitó la ropa de un tirón y me empezó a besar, lamer y chupar el cuello. A mí, se me escapaba una que otra lagrimilla. Me masajeó los pechos y comenzó a embestirme. Empecé a llorar y a llorar cuando él lo hacía.
Después de tanto, salió de mí y me empezó a dar latigazos. Dolía y mucho, no podía ir a por ayuda: estaba atrapada.