Mi teléfono sonó era la alarma,con pesadez abrí los ojos y tome el móvil para silenciarlo.
Me metí al baño para darme una ducha,al salir me puse uno de los jeans obscuros que me había comprado mi mamá,playera delgada de tirantes una sudadera azul marino ligera con estampado. Y unos Converse negros.Mi mamá insistió en que cambiara el tipo de ropa que usaba,que comprara faldas,vestidos,y blusas coloridas,sólo le di el gusto con un vestido que por supuesto ella lo quería en algún color chirriante,pero lo elegí negro. También insistió en comprarme maquillaje, me compro una paleta de sombras para ojos y labiales rositas, yo sólo delineaba mis ojos, me ponía rimel y un labial color café rojizo claro.Por costumbre siempre suelo llevar varias pulseras en la mano derecha,y en la izquierda un reloj negro MK,regalo de mi papa. Además siempre solía llevar un collar negro con un dije de las reliquias de la muerte.
Por alguna razón a mi mamá no le gustaba como me vestía,bueno más bien ella preferiría que fuera una de esas niñas que se visten con lindos vestidos floreados, zapatos coloridos y que pasan horas frente al espejo cepillando su cabello y que se pintan las uñas de colores,un día me agarró la mano y vio mis uñas de una forma desagradable,-¿Por qué te pintas las uñas asi?-dijo refiriéndose al esmalte negro que las cubrian-parecen de bruja-yo sólo la mire y rodee los ojos.
Mire la hora y ya eran 7:40,no me iba a dar tiempo de desayunar.¡Mierda!,dije entre dientes para mi misma mientras bajaba las escaleras.
Entre casi corriendo a la cocina tome una barrita de cereal y un Yogurt del refrigerador.
Salí casi corriendo hacia la salida cuando vi a mi mamá frente a la puerta sosteniendo en lo alto unas llaves.
-Buenos días-me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
La mire extrañada.
-Me tengo que ir ya, es tardísimo,creo que tendré que tomar un taxi,si quiero llegar.
Seguía frente a la puerta con las llaves aún en alto.
-¿Qué, me vas a llevar tu?-
-No tonta,te vas a ir tu-se giró y abrió la puerta,la seguí y vi un viejo auto escarabajo negro.
Me tendió las llaves.Yo estaba realmente sorprendida.
-¿Es en serio?-
-Si,Lissie,yo tengo que trabajar,tu tienes que ir a la escuela,a tus terapias,además quiero que salgas-si claro,pensé.
-Wow,gracias mamá-aún seguía sorprendida.
-De nada,bueno no sólo me debes agradecer a mi,también fue tu padre.Ahora anda,ya se te hace tarde.-Me dijo empujando hacía el coche.
Aveces me preguntaba por que no había sacado la alegría de mi madre. Siempre estaba sonriente y de buen humor.Las únicas veces que la había visto triste fue cuando falleció mi abuela,se divorció de mi papá,y la última vez fue hace aproximadamente cuatro meses,el día que entró a verme al cuarto del hospital después de que había intentado quitarme la vida.
Llegue tarde al colegio,no conocía bien el rumbo, eran 8:09 cuando toque la puerta del salón,obviamente que la clase ya había comenzado,Genial,esta clase no la tuve ayer,por lo tanto era mi primera vez frente a esa clase.
-Pase- abrí la puerta con un poco de nerviosismo.
-¿Puedo Pasar?-dije un poco dudosa.
-¿Esta usted en esta clase?,Nunca la había visto-preguntó arqueando una ceja.
-Si,dije sacando una hoja de mi mochila, que me habían dado para que le entregara a todos los maestros. Me acerqué a su escritorio y le dí la hoja.
-¡Ah!,es usted la nueva,llega tarde,-No,¿De verdad?,dije sarcástica para mis adentros.
-Presentese ante la clase-dijo haciendo un ademán hacia ellos y luego se sentó en su silla.
Voltea a verlo con una mirada de suplica.
-Comienze,nombre,edad,hobbie,-
Pase la mirada por todo el salón y vi que estaba ahí un chico de la reunión,Recordé su nombre,Fernando,me miraba con una sonrisa en los labios.
Suspire,comenzé y Roge por que en las dos nuevas clases que tenía no me hicieran presentarme de nuevo.
-Me llamó Lea Isobel Marín,tengo diecisiete años,y no tengo hobbies-Mentí,obviamente,no iba a decir que debido a mi escasa vida social y talento para hacer amigos sólo me dedicaba a hacer tarea,ver Netflix en mi tiempo libre y leer hasta que me ardían los ojos.
Termine de hablar y el maestro me indicó que me sentara en un lugar de los que estaban vacíos.
Pase al lado de Fernando,quien me dedico una sonrisa y me susurró un "hola". La clase terminó y me dirigí hacia las siguientes 2 clases antes del receso que ya había tenido ayer. Llegó el receso y yo aún no le hablaba a nadie,así que sólo me senté en una banquita sombreada por un árbol y me dedique a comer.
Las siguientes dos horas pasaron y en la penúltima clase me hicieron presentarme de nuevo.
Terminó la clase y me dirigí a la última del día,que supuse que como también era nueva me tendría que presentar nuevamente. Y así fue. Fernando también estaba en esa clase y me sentaron al lado de el.
En algunas ocasiones, me hacía comentarios graciosos sobre el maestro,o me preguntaba cosas sin importancia.
La clase terminó y recogí mis cosas,ya no había casi nadie ahí.
-¿Vas a ir?- me pregunto muy quedito. Sabía a lo que se refería.
-Tengo que...-le dije con una mueca.
-Bueno,nos vemos ahí.
Ambos salimos y partimos hacia lugares diferentes.
Llege a mi casa,comí y me recoste en el sillon de la sala mientras esperaba a que la hora para ir a la terapia llegara. ¡Mierda! Sólo de pensar que iba a pasar las siguientes 2 horas sentada en una silla incómoda teniendo que oír toda la basura de superacion personal que leían me daba mucha flojera.
