Capítulo I

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"Pobre chica, tan desamparada en un mundo lleno de demonios."



Su gran cabellera azabache se revuelve al tratar de arreglar la coleta. Definitivamente ella odia su cabello y lo primero que planea hacer al llegar, es cortarlo.

El timbre suena tres segundos después de haberlo accionado. Una mujer con vestido café hasta los talones sonríe mirando a la pequeña.

Vestida de amarillo, Emma contrasta con el color del sol, y de eso se da cuenta la mujer cuando la chica pasa por la puerta.

Al hablar con el Padre horas antes, Sor Edna no se imaginaría que sería una niña tan aparentemente inocente la que se acogería en el Sagrado Hogar San Benito para ser preparada en su camino al Señor.

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Un grito de desesperación fue el aviso para todas las Hermanas de que observaran el cuarto de la novicia, sin embargo cuando fueron allí se enteraron de que todo el alboroto era una pesadilla de la pobre Emma. Fastidiadas y enojadas regresaron a sus aposentos, sin molestarse en saber que era lo que la chica había soñado, o mejor dicho, recordado.

El día siguiente todo fue igual. Desayuno, oración, baño, oración, tomar aire, oración. En este Hogar todo se basaba en los rezos.

A pesar de que todo estaba perfecto y Emma era la candidata para el camino al Señor preferida, ella se sentía mal. No dejaba de recordar todos los días en el Instituto para Problemas Mentales de Monte Cristo. Cada humillación, maltrato e insulto aún estaban en su cabeza.

Al caer la noche, el Párroco Isidro le hizo la primera visita a la chiquilla y en ella se presenciaron lágrimas acompañadas de agradecimientos por parte de la fémina, ya que si no hubiera sido por ese hombre ella no habría salido nunca del sanatorio mental.

Tras la marcha de Don Isidro, Emma, fue acompañada por la Madre superiora a su habitación, en la cual después de un largo rezo pudo dormir, aunque no por mucho tiempo.

Sudando y agitada la nena caminaba por la habitación. Cualquier persona que entrara pensaría que estaba loca. Pero, su comportamiento era a causa de su último sueño, y no precisamente por los maltratos que allí sufría, ya que a eso ella estaba acostumbrada. La razón de su caminar no usual para una dama era que por fin había recordado el nombre de la persona que la había encerrado por años en el IPMMC. Y aunque ella se negara a creer que era así, en el fondo sabía que sus recuerdos no le mentirían.

Los pasos sonaron en el pasillo mientras que la luz de una pequeña lámpara afirmaba que alguien iba a entrar al cuarto. Emma se cubrió con las mantas al momento en que cerraba los ojos. No quería preocupar a las Hermanas de nuevo.

La mujer que entró era Kortnie, una de las guardias de seguridad encargadas de que las novicias no escaparan del Templo. Susurró alguna palabra inentendible para la chica de la cama y salió con cuidado para no despertar a nadie.

El temor y la angustia aún estaban presentes en la pequeña, por lo tanto decidió que trataría de dormir un poco más. Pero, cuando ella creía que había logrado caer en los brazos de Morfeo una entrecortada voz le susurró al oído dos palabras que ella jamás en su vida olvidaría. Jay Kiffler. Su mejor amigo, ex compañero de aventuras y único culpable de todo su sufrimiento los últimos seis años.


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Hola

He aquí el primer capítulo, espero que te guste. Saludos

*Cabello de Emma en multimedia*

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