Prefacio

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Dairon nunca fue el peor de los inmortales. Una vez tuvo un alma. Se enamoro de una bella joven, con un corazón puro pero lleno de dolor. Juntos eran dos polos opuestos. Vida y muerte. Sanación y dolor.

Pero ahora era distinto: Dairon era más que un simple inmortal: acompañado de una sonrisa descarada y unos ojos hipnóticos , ahora tenía una misión. Éxtasis y muerte a veces son dos palabras que al fundirse se vuelven el mejor banquete.

Dairon©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora