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Al día siguiente, Ruki tuvo que mudarse, solamente tenía que vivir con Kai por 3 semanas, no le parecía tan malo, no creía que Kai lo haría hacer sus necesidades en un papel. Kai no era malo, era extraño. Cuando llegó puso sus cosas en la habitación, lo que le sorprendió es que no había ni una cama, había una cucha de perro, con una frazadita a su lado. Pensó que era una broma, así que le pregunto a Kai...

- Kai, tengo que dormir en esa cucha?.

A lo que Kai le respondió:

- Mira Ruki, a partir de hoy, sos mi perrito. Los perros no duermen en camas, a no ser que estés bañadito y te portes bien; si querés dormir en una cama, te tenes que bañar.

A Ruki no le parecía mala idea, por lo que se iba a ir a bañar así que le aviso a Kai, y este le respondió:

-Jajaja que ingenuo sos Ruki, los perros no se bañan solos, yo te tengo que bañar.

Ruki estaba sorprendido, no sabía que elegir, o dormir en una cucha de perro con una frazadita que no le cubre ni el pie, o dejar que su amigo lo bañe, y dormir en una cama.

-Bueno Kai, espero que no seas tramposo, y tapate los ojos, no quiero que me veas.

-No me voy a tapar los ojos, no bañas a Koron con los ojos tapados, bancatela y no seas maricon, no hay nada que ya no sepa que tenes.

Ruki no sabía que decir, era verdad, no importa, es su amigo, así que dejó que Kai lo bañara....


El perro de KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora