Me llamo Sacarlett, tengo 15 años, tengo dos padres se podría decir que son los mejores, dos hermanos que son mi vida ellos son mellizos, novio? NO, quien se fijaria en esta cosa que soy yo.
Tengo el pelo rubio y largo, ojos cafés, soy muy delgada, por eso me apodan "La huesitos". Tengo pocos amigos en realidad sólo cuatro, Ana, Joan, Brad y Dennis.
Vamos juntos a la escuela, siempre hacemos, algo al salir, vamos por un café o a la casa de alguno a pasar el rato, estamos juntos todo el tiempo, somos "El Quinteto". Aunque cada uno tiene sus gustos raros y somos diferentes nunca nos separamos o peleamos por algo, son más de cuatro años que andamos juntos.
Ana tiene 16 años, es la típica chica que tiene a todos los chicos rendidos a sus pies, siempre se da el lujo de rechazar a la mayoría de ellos, y bueno ella a su corta edad, se podría decir que le encanta el sexo.
Joan es todo lo contrario ella tiene 15 igual que yo, es muy estudiosa, la hija perfecta, todos los años pasaba al curso siguiente con excelencia en el colegio. No tenía novio al igual que yo, aunque ella era muy bonita, solo era cuestión de ayudarla a arreglarse un poco.
Brad y Dennis son los típicos chicos malos, ambos tienen 17 años, se conocen prácticamente desde niños, así que juntos reprobaron unos cuantos cursos, y por eso están con nosotras, en el mismo grado. Brad es el que dirige el equipo de fútbol de la escuela, y como siempre las chicas se fijan en él, pero para Brad solo son una distracción, Dennis es el capitán del equipo de basquetball, y al igual que a Brad las chicas también lo persiguen, pero el tiene una novia que vive al otro lado del mundo, tuvo que irse porque sus papás consiguieron trabajo allí, Dennis se deprimió por mucho tiempo, y quiere olvidar a Fernanda, acostandose con muchas chicas.
Brad y Dennis siempre compiten, "quien se la coge primero" y como siempre nosotras, las chicas escuchamos todas sus azañas. Ana también nos cuenta sus experiencias, a cuantos se ha cogido en la semana, a cuantos a rechazado, etc a Joan y a mi nos entretenía escuchar sus anécdotas, porque nosotras no teníamos nada que contar, absolutamente NADA!. A veces se burlaban de nosotras pero al menos no nos teníamos que preocupar por quedar embarazadas o con alguna enfermedad. Y esa siempre era nuestra respuesta a las cosas que los chicos nos decían, siempre nos molestaban con que cuando íbamos a perder la virginidad bla, bla, bla!
Yo no tenía interés en eso, ni me interesaba, y al parecer a Joan tampoco.
