1. En un instante.

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Aun recuerdo cuando la mire por  primera vez, se veía tan hermosa llevaba puesto un vestido color rosa y un sombrero amarillo con un bello clavel en él se veía súper linda.

Llegue donde ella ,estaba decidido a hablarle- la mire y ella también lo hizo fue como un clip, aun no se como describirlo pero me congele, ni una sola palabra cruzó por mi mente; alguien deba de romper él hielo ese alguien debería ser yo pero no pude hasta que me preguntó mi nombre -

¿cual es tu nombre?-no conteste me deje llevar por su dulce voz, hasta que por fin aterrice y le dije ma- ¡Marco!

No lo pude creer maldita tartamudez jamas me había sucedió ¿acaso esa chica era la correcta?-.
Y tú ¿como te llamas?- a si disculpa mi nombre es Cristina - un placer Cristina soy Marco- lo sé ya te lo había  preguntado recuerdas- jajaja claro si (como puedo ser tan imbécil) pero mira que tal si vamos por un café- me miro con esos ojos Sarcos y me dijo- claro porque no- no fue como lo esperaba pero acepto él café y eso me lleno él corazón de gracia y fue la base para un noviazgo lindo.

Dos años después nos casamos la parte mas añorada de mi vida había llegado ( lo se parezco mujer al pensar en eso pero lo deseaba de todo corazón).

Le propuse matrimonio en él parque cerca del lago íbamos tomados de la mano luego un tipo sin querer me atropello con su bicicleta tirado en él piso ella me quiso levantar pero la hale le di un beso y al mismo tiempo saque el anillo y le propuse matrimonio.

Lo admito por un momento pensé que diría no y mi corazón aceleró demasiado una angustia en mi pecho que sentía en mi que explotaría y a lo lejos un si , habrá dicho si  mi corazón latía aun más un si wow! Esa desesperación en mi pecho quemaba mi piel un si inmediatamente le tome la mano y una sonrisa nerviosa salió de ambos; le puse él anillo en su dedo y un beso fue lo que necesite para que esa angustia y ese corazón acelerado se calmaran.

La boda fue excelente tampoco podría olvidar ese momento maravilloso de mi vida rodeada de gente con la que ambos amamos llenos de amor y felicidad, me di cuenta que mi vida cambiaría cuando la ví, entro a la iglesia con su largo vestido blanco caminando sobre pétalos de rosas.

Tan bella ella, se miraba tan hermosa sus ojos grises, su piel clara, sus lindos labios, su hermoso cabello castaño que lo llevaba recogido por su vestido caminando hacia mi con una mirada seductora le tome la mano y me sentí tan seguro de que ese momento junto a otros más serian con ella.

Hicimos nuestro juramento ante Dios y le prometí que pase lo que pase jamas la dejaría ni por un momento, salimos de la iglesia acompañados por todos, ya que nos despidieron fuera de la iglesia.

Todos esos bellos momentos que sucedieron en un instante de nuestras vidas que jamas se borraran aun  mas allá de nuestros recuerdos...

Cartas Al CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora