All for you - Cap. 1

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- Lamento mucho su perdida -anuncio el doctor al entrar a aquella habitación de hospital, en donde se encontraban un azabache y un castaño tomados de la mano-  el feto no logro sobrevivir está vez.

- N-no es justo, mi bebé -el castaño rompió en llanto sobre el hombro de su esposo- ¿por qué Masamune? mi hijo...

- Tranquilo amor, todo estará bien, podemos seguir intentándolo y...

- Lo siento, pero no pueden, hemos hecho unos nuevos estudios y, lamentablemente, el señor Ritsu será incapaz de quedarse embarazado otra vez. Al parecer este último aborto destruyo por completo el útero de su cuerpo.

Aquella devastadora noticia termino por destruir el corazón del ojiverde, sin importarle la presencia del doctor comenzó a llorar desconsoladamente en los brazos de su esposo. Fue tanto el dolor y la pena, que tuvieron que sedarlo debido a su frágil estado, después de todo, sufrir un aborto no era cosa fácil. 

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Un mes después, Masamune no lograba sacar de la depresión a su esposo, tenía que obligarlo a comer, soportar sus llantos como también sus malos tratos, pero su amor por el castaño era tan grande que soportaba todo por su esposo, después de todo no lo abandonaría por nada ni nadie. Esto no quería decir que hubo veces que gritaba al menor o incluso se largaba del departamento por unas pocas horas para tomar aire, sino lo hacía por más tiempo, era porque simplemente estaba asustado a muerte de llegar a su casa y encontrarlo muerto.

- Masamune ¿me estás escuchando?

- ¿Eh? ah Ritsu, lo siento ¿que dijiste?

- Que mis padres quieren obligarme a ir al psiquiatra. -musito indignado-

- Bueno...

-Al notar la actitud de su pelinegro, enfureció por completo-  ¡Eres un idiota! ¡Nadie me entiende! ¡No puedo creer que creí que estarías de mi lado!

- Pero amor, todos estamos preocupados por ti...

- ¡No necesito un maldito psiquiatra!

- Puedo ir al psiquiatra también... -el azabache solo quería apoyar a su esposo-

- ¿En serio? -pregunto sumiso- 

- Por supuesto mi amor, yo haría todo por ti, te amo -aseguro para después besar con dulzura la boca de su esposo- 

- También te amo, Masamune -se abrazo a su esposo- lamento todo lo que te dije...

- No te preocupes amor.

- Sabes que solo queremos que salgas de esta

- No arruines el momento...

- Lo siento.

Una sesión de besos y caricias entre ambos hombres hizo que la noche pasará de lo más tranquilo, únicamente se dedicaron a amarse mutuamente, sin llegar a unir sus cuerpos sexualmente debido a que el cuerpo del menor, aún no se recuperaba del todo. 

A la mañana siguiente, un azabache despertó a primera hora del día, se estiro un poco y con una pequeña sonrisa beso los cabellos de su esposo para después levantarse para ir a preparar el desayuno. Después de todo,  ya tenía asumido que su esposo jamás aprendería a cocinar decentemente.

- Es un príncipe, después de todo -musito para sí mismo- 

Mientras tanto, varios minutos después,  el ojiverde había despertado llorando desconsolado, al soñar con los hijos que su propio cuerpo había asesinado. Con lágrimas en sus ojos, busco el cuerpo de su amado, y al notar la ausencia de su esposo, se obligo a sí mismo a tranquilizarse.  Minutos después fue al baño para lavar su rostro y en cuanto termino de hacerlo, se dirigió hacia dónde su esposo se encontraba.

Todo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora