Todo por ti

Cap. 3 - El hospital

    Yokozawa manejo como todo un loco hacia el hospital, puesto que estaba muy preocupado por su amigo, estaba de los nervios y se contenía por no asesinar al castaño que tenía al lado, por dos simples razones, la primera que si lo hacía su mejor amigo se tiraba de un puente y la otra, pues que no era un asesino y no sabría que hacer con el cuerpo. Al menos podía matarlo con la mirada, de vez en cuando. No le importo saltarse uno que otro semáforo en rojo, aceptaría sin rechistar cada una de las infracciones que le llegarían a su casa.

  En cuanto logro aparcar su coche en el estacionamiento del hospital, bajo inmediatamente del coche para encargarse de sacar a su amigo de la parte trasera.

  - Maldición Masamune, ya estoy viejo para levantarte...

  - ¿Cuánto llevan juntos? -pregunto en un susurro, tratando de aguantar su ira, y sobre todo, su tristeza-

  - Cierra la boca, Onodera. No tengo tiempo para tus mierdas -musitó irritado mientras lleva en brazos al desmayado- ¡Es una urgencia! ¡mi amigo necesita ayuda! -gritó desesperado al entrar en el recinto, poco después, se encontraba rodeado de enfermeras que le ayudaban a recostar al pelinegro sobre una camilla-

 -  Lamento la tardanza, vine en cuanto pude -anunció el médico de cabecera del azabache- ¿qué le sucedió? ¿hace cuánto lleva así? ¿sufrió alguna clase de golpe? -interrogo mientras analizaba todo con la ayuda de su estetoscopio- tiene las pupilas dilatadas, su ritmo cardíaco está normal, no presenta golpes serios...

 - Se desmayo, hace media hora supongo, tuvo una crisis nerviosa -suspiro- descubrimos que logró embarazarse y

 - ¿Es en serio? ¡Que alegría! Bueno, es normal que sufra desmayos, no tiene por qué preocuparse. Su esposo debe estar muy feliz.

 - El idiota de su esposo, cree que tenemos un amorío, su crisis nerviosa fue por qué aquel idiota -señalando al ojiverde-  lo trato como la misma mierda. 

 - Entiendo, bueno, vamos a hacerle unos estudios, esperen aquí.

  - ¿Tiene algo malo? -pregunto preocupado el de orbes azules-

  - Es sólo un simple chequeo, no sé preocupe. Además quiero asegurarme como va el proceso del feto, ya sabe, es malo para cualquier persona embarazado sufrir crisis nerviosas, puede afectar al bebé -hice un ademán de manos y las enfermeras se llevaron a Masamune hacia una sala-  señor Onodera, le aseguro que su esposo anduvo mucho tiempo tratando de lograr esto, todo lo hizo por usted -comento decepcionado-

  - Los encontré encima de Yokozawa-san ¿cómo quiere que haya tomado eso? -susurro- 

 - Estoy seguro que ellos le explicaron la situación.

- Aún así, odio que haga las cosas sin consultarme antes...

- Lo lamento, me dijo que quería que sea una sorpresa. De acuerdo, me retiro -anuncio alejándose de aquellos dos- 

- L-lo siento... -dijo avergonzado al de cabellos negros-  soy un idiota, no debí dudar de él, todo esto es mi culpa.

- Claro que todo esto es tu culpa, imbécil -musitó cruzado de brazos- por tu propio bien, más te vale que ellos dos estén bien -no quería siquiera respirar el mismo aire del castaño, para su suerte, el sonido de su móvil logró distraerlo-  ¿Hola?

 - Osito ¿dónde estás? te estuve buscando como loco en el trabajo y nadie pudo decirme dónde estás, te extraño, ven a casa -Kirishima usando un tono seductor para su amado-

- No puedo, lo siento.

- ¡¿Cómo que no puedes?! -interrumpió chillando- 

- Estoy en el hospital, lo que...